¿Qué sucede con la quema de contenedores en Olesa?

Olesa de Montserrat ha vuelto a vivir un nuevo episodio de vandalismo contra el mobiliario público en el barrio de Sant Bernat. Y las víctimas, de nuevo, han sido los contenedores y ha acabado afectando a un vehículo.

La Policía Local de Olesa de Montserrat continúa investigando la autoría de la quema de contenedores en diferentes calles de esta barriada. De hecho, en la noche del 5 de julio se han quemado un total de cinco contenedores de residuos en la calle Almería. En esta ocasión, además, desgraciadamente, también se ha incendiado un vehículo y no por estar cerca de los contenedores. En la extinción del fuego ha intervenido una dotación de los Bomberos de la Generalitat, así como también varias patrullas de la Policía Local de Olesa y de Mossos d'Esquadra.

Y no es el primer caso. El último episodio de quema masiva de contenedores fue el pasado 27 de mayo con un total de 16 contenedores y daños valorados en 12.365,35 euros. El pasado 30 de abril también se quemaron un total de 3 contenedores en las calles Priorat, Jaume Balmes y Almería. Sumando todos los casos sucedidos durante este 2018, se han quemado un total de 50 contenedores con un coste de 43.277 euros pero es que en 2017 fueron 52 contenedores quemados valorados en 47.000 euros.

Estos últimos episodios de quema de contenedores llegan después de que, a finales de marzo, el juzgado penal número 11 de Barcelona condenara a pagar 8.075 euros ya hacer efectiva una multa de 4 euros diarios durante ocho meses a dos personas acusadas de quemar hasta 18 contenedores de basura en Olesa de Montserrat la madrugada del domingo 28 de febrero de 2016. 

Gracias al aviso de diferentes ciudadanos, la Policía Local pudo pillar y detener in fraganti entonces los dos jóvenes de 19 años, que fueron denunciados por un delito de daños. El departamento de Medio Ambiente del ayuntamiento de Olesa cifró en 13.000 euros el coste de los desperfectos en los contenedores y la limpieza de las zonas afectadas por los incendios durante aquel episodio de 2016.

Pero es que los casos se suceden constantemente. Algunos vecinos, aseguran que esto ya no es una chiquillada o fruto de la rebeldía de la juventud, sino que se trata ya de un sistema establecido. Se ha tomado la mala afición de quemar los contenedores como algo inofensivo, cuando supone grandes costes para el consistorio. De hecho, desde el departamento de Medio Ambiente, han revelado a este diario que consideran que, al menos, el incendio de este 5 de julio es "premeditado".