La ZBE llega a siete municipios del Baix Llobregat Foto: Archivo
A partir del 1 de enero de 2025, varios municipios del Baix Llobregat se verán afectados por la implementación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en un intento por mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación en la región. La normativa estipula que las ZBE se aplicarán a los municipios con más de 50.000 habitantes, pero también introduce criterios específicos para los municipios más pequeños, de entre 20.000 y 50.000 habitantes, dependiendo de los niveles de contaminación.
Siete municipios, con restricciones a partir del 1 de enero
En el caso de los municipios de más de 50.000 habitantes, la ZBE será obligatoria. En el Baix Llobregat, ciudades como Esplugues de Llobregat, Gavà, Molins de Rei, Sant Feliu de Llobregat, Sant Joan Despí, Sant Just Desvern y Sant Vicenç dels Horts deberán activar su zona de bajas emisiones, sin posibilidad de excepción, el próximo día 1 de enero. Estos municipios, por su tamaño y nivel de contaminación, se encuentran dentro de las áreas que deberán implementar medidas para restringir el acceso de vehículos más contaminantes a ciertas zonas, favoreciendo el transporte público, la movilidad activa como lo es el hecho de caminar y circular en bicicleta y los vehículos eléctricos o que tengan un nivel de emisiones reducido.
Solo dos afortunados se libran de las restricciones
Sin embargo, no todos los municipios de la comarca van a estar sujetos a la normativa a partir del próximo año. En concreto, Martorell y Olesa de Montserrat, aunque tienen una población significativa, han quedado excluidos de la obligación de implementar la ZBE en este primer ciclo. Estos municipios han demostrado que en los últimos años han mejorado su calidad del aire, lo que les ha permitido no ser incluidos en la lista de los municipios obligados a tener una ZBE.
Este sistema de zonas de bajas emisiones es parte del Plan de Calidad del Aire 2024-2027 impulsado por el gobierno catalán. La legislación establece que los municipios más pequeños, con una población entre 20.000 y 50.000 habitantes, solo estarán obligados a aplicar la ZBE si los niveles de contaminación en sus calles superan los límites establecidos para dióxido de nitrógeno, partículas finas y ozono.
La implementación de las ZBE generará algunos cambios en la vida cotidiana de los ciudadanos. A pesar de las críticas iniciales en la mayoría de las ciudades, donde los vecinos temen que las restricciones afecten al comercio y a la movilidad de la población, la Generalitat ha señalado que no se impondrán sanciones a los municipios que no cumplan con la normativa a tiempo. De hecho, la flexibilidad es uno de los pilares del proyecto, permitiendo que cada municipio adapte la ZBE a sus necesidades particulares.
Por ahora, la ciudadanía del Baix Llobregat deberá estar atenta a los cambios en la señalización, la instalación de cámaras de control y las posibles excepciones para los residentes, ya que la implementación de estas zonas afectará directamente a los vehículos no autorizados en el interior de las mismas y el incumplimiento podría implicar la imposición de una serie de sanciones que no harán ningún bien a nadie que las tenga que afrontar.
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