Alarma demográfica en el Baix Llobregat: la caída de nacimientos pone en jaque el relevo generacional
La comarca afronta un cambio demográfico preocupante: el crecimiento poblacional solo se mantiene gracias a la llegada de nuevos residentes
El Baix Llobregat vive un momento demográfico delicado. Los últimos datos del Idescat, recogidos por el Observatori Comarcal del Baix Llobregat, confirman un cambio de tendencia que ya preocupa a las administraciones locales y población en general en una visión de presente y futuro: por cuarto año consecutivo, mueren más personas de las que nacen en la comarca. En 2023 se registraron 6.736 defunciones, frente a un número de nacimientos que cae a mínimos históricos, dejando un saldo vegetativo negativo de -1.274 personas.
Esta diferencia entre defunciones y nacimientos evidencia un envejecimiento progresivo de la población y una pérdida de dinamismo natural en el territorio. El crecimiento del Baix Llobregat se sostiene, por ahora, únicamente gracias a la llegada de nuevos habitantes procedentes de otras comarcas o del extranjero, una realidad que está modificando la estructura social y económica del territorio por el impacto que tiene aumentar la vejez en la esfera poblacional de las ciudades.
Después del impacto de la pandemia, el equilibrio no se ha recuperado
Aunque el número de fallecimientos se ha estabilizado tras el repunte causado por la COVID-19, la natalidad no ha seguido el mismo camino. La comarca encadena cuatro años de crecimiento natural negativo:
- 2020: -2.020 personas
- 2021: -488 personas
- 2022: -1.011 personas
- 2023: -1.274 personas
Esta tendencia sitúa al Baix Llobregat en una situación inédita, donde el relevo generacional está en riesgo. Las nuevas generaciones son cada vez menos numerosas, y los municipios con más población envejecida comienzan a notar sus efectos en áreas como la sanidad, la educación y la planificación urbana.
Tasas demográficas por debajo de la media catalana
Según los datos del Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat), la comarca registró en 2023 una tasa de crecimiento natural del -1,5‰, ligeramente mejor que la media catalana (-1,7‰) pero aún negativa.
Tanto la tasa de mortalidad (8‰) como la tasa de natalidad (6,9‰) son inferiores a las del conjunto del país y del ámbito metropolitano (-1,6‰). Este fenómeno no solo refleja el envejecimiento poblacional, sino también las dificultades que enfrentan muchas familias jóvenes para tener hijos: precariedad laboral, falta de vivienda asequible y conciliación insuficiente.
Una tendencia que exige respuestas
El descenso de la natalidad y el aumento del envejecimiento poblacional son dos de los retos más urgentes que afronta el Baix Llobregat. Expertos y administraciones locales coinciden en que será necesario reforzar las políticas de apoyo a las familias, mejorar el acceso a la vivienda y fomentar la conciliación laboral y personal si se quiere revertir esta tendencia.
Mientras tanto, la comarca sigue transformándose demográficamente, sostenida por la movilidad de población y la llegada de nuevos residentes, pero con la sombra de una pregunta de fondo:
¿cómo será el Baix Llobregat dentro de dos décadas si el número de nacimientos sigue cayendo al ritmo actual?
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