En concreto, supone un 0,5% más que en 2016, llegando a los 813.996 habitantes en el total de la comarca.
La natalidad y la fecundidad han bajado, pero la mortalidad también, por lo que existe un equilibrio gracias al aumento de la esperanza de vida. Como resultado, existe una población cada vez más mayor.
Esto explica cómo la bajada del paro en casi 8 mil personas no debería dar falsas esperanzas. Además, los accidentes laborales han aumentado un 8,3%.