AENA declara la guerra a los sin techo: la crisis en el aeropuerto de Barajas puede marcar los pasos a seguir en El Prat
El operador aéreo está optando por medidas poco drásticas como encender el aire acondicionado o no prestar servicio de comida a las personas instaladas en el Aeropuerto de Madrid
La situación en el aeropuerto de Barajas, especialmente en la Terminal 4, se ha vuelto insostenible. Día tras día, se acumulan incidentes que podrían desembocar en un desenlace preocupante. Se estima que más de 400 personas sin hogar viven actualmente en el aeropuerto de Madrid, donde se han reportado episodios de violencia, consumo de drogas, actos sexuales en público y un creciente sentimiento de inseguridad entre los empleados, que temen por su integridad al desempeñar sus labores. Turistas desconcertados, tripulaciones perplejas y una imagen internacional deteriorada completan un escenario crítico. Lo que comenzó como un rumor entre pasajeros se ha transformado en una realidad que ya nadie puede ignorar.
Una situación similar, aunque de menor magnitud, también se registra en el Aeropuerto de El Prat, en Barcelona. Decenas de personas sin hogar han convertido sus instalaciones en una residencia permanente, enfrentándose diariamente a condiciones extremas y a la exclusión social. Víctimas de circunstancias personales adversas y de un mercado laboral implacable, estos individuos se ven obligados a subsistir en las terminales y estacionamientos del aeródromo, prácticamente olvidados por las autoridades municipales y regionales.
Una comunidad invisible: indigentes encuentran refugio en el Aeropuerto de El Prat
En muchas de las zonas afectadas por los sin techo se ha producido la aparición de plagas, como chinches, un problema que AENA ha intentado abordar mediante el uso de insecticidas. No es extraño ver a los profesionales de la limpieza equipados con los tradicionales EPIs y mangueras desinfectantes, esforzándose por contener esta nueva situación. Sin embargo, se da una clara contradicción: se intenta preservar la higiene del aeropuerto con una plantilla reducida y en una situación laboral crítica.
Fuentes internas aseguran que AENA ha iniciado una estrategia para forzar el abandono de los sintecho: encendido del aire acondicionado a bajas temperaturas, cortes de electricidad en enchufes, y restricciones a organizaciones solidarias que les proporcionan alimentos o servicios básicos. La asociación Bokatas, por ejemplo, ha denunciado que ya no puede atenderlos dentro de la terminal.
El plan de AENA busca provocar el desplazamiento de estas personas hacia la ciudad, lo que implicaría que el Ayuntamiento de Madrid se hiciera cargo de su alojamiento y asistencia social. Sin embargo, desde el consistorio, liderado por José Luis Martínez-Almeida, no se han mostrado dispuestos a asumir esta responsabilidad de forma unilateral, lo que ha generado un creciente estancamiento institucional.
Mientras tanto, la tensión sigue aumentando en Barajas, con los trabajadores en pie de guerra, los sintecho resistiendo las nuevas condiciones impuestas, y una solución definitiva que, por ahora, parece lejana.
En el aeropuerto de El Prat, ya se registró una polémica por el desalojo de hasta 180 personas en un operativo nocturno destinado a reubicar a las personas sin hogar que buscan refugio en sus instalaciones, según ha informado el 3Cat.
Polémica por el dispositivo que desalojó a 180 "personas sin hogar" del Aeropuerto de El Prat
Sin embargo, los indigentes continúan acercándose a las instalaciones baixllobregatinas. El último caso destacado se produjo hace apenas una semana, cuando se captó a una persona sin hogar conectada a una máquina, en medio de una absoluta ausencia de ayuda.
Así pues, ante la creciente presión mediática por la situación vivida en Madrid, veremos si esta problemática termina por extrapolarse a Barcelona, ya que el operador aéreo parece estar decidido a eliminar estas imágenes en un futuro cercano.
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