Un cambio de campo forzado: El Atlètic Sant Just tendrá que ‘mudarse’ a L'Hospitalet para recibir al Mallorca
La RFEF obliga al modesto club de Lliga Elit a ceder la localía a 6,5 kilómetros de su feudo, ya que el Municipal de Sant Just Desvern no cumple con el aforo y la iluminación mínimos para la Copa del Rey
El sueño copero del Atlètic Sant Just tendrá un sabor agridulce. El humilde club de Lliga Elit Catalana se verá forzado a ceder su campo local y a trasladar su enfrentamiento contra el Real Mallorca a otro estadio. El partido, que se jugará los días 26, 27 o 28 de octubre, deberá disputarse en el Municipal de L'Hospitalet, a unos 6,5 kilómetros de su sede en Sant Just Desvern.
La mudanza responde a la estricta normativa de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que exige requisitos de infraestructura que el Municipal de Sant Just Desvern no cumple, principalmente en capacidad y condiciones técnicas.
El aforo y la luz, los escollos
La RFEF exige a los clubes modestos que ofrezcan una experiencia de Copa del Rey con estándares mínimos, y el feudo del Atlètic Sant Just se queda corto en varios puntos cruciales:
Aforo Mínimo: Los estadios deben tener capacidad para al menos 3.000 espectadores, una cifra que el Municipal de Sant Just Desvern no alcanza.
Iluminación Artificial: Se exige un mínimo de 600 luxes para la retransmisión y disputa de las rondas, un requisito que el estadio local no satisface.
Seguridad: También se requieren controles de acceso y una separación mínima entre el terreno de juego y las gradas.
Ante estas limitaciones, el Municipal de L'Hospitalet emerge como la mejor alternativa. El recinto, uno de los mejores de la zona del área metropolitana de Barcelona, tiene capacidad para 6.740 espectadores y cuenta con experiencia en acoger partidos de la competición del KO.
Un rival joven con ambición
El Atlètic Sant Just es un club joven —fundado apenas en 2010— que se ganó el derecho a recibir a un Primera División tras golear al Calatayud (7-1 en el global) en la eliminatoria previa. Noveno en su liga, el equipo afronta el compromiso más especial de su corta historia.
Por su parte, el Mallorca de Jagoba Arrasate llegará advertido. El equipo balear quiere olvidar la pesadilla de su última Copa del Rey, cuando fue eliminado con una derrota humillante (3-0) ante el Pontevedra, de Segunda RFEF. La necesidad de pasar de ronda hace que el equipo visite Catalunya con la máxima cautela.
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