Sant Esteve, una fiesta singular en el calendario catalán: ¿Por qué lo celebramos? ¿Cuál es su tradición?

Cada 26 de diciembre, Catalunya vive una jornada diferente al resto del Estado español con una de las festividades más singulares y arraigadas de la tierra: Sant Esteve. Mientras que en buena parte de la Península todo vuelve a la normalidad tras el día de Navidad, el territorio catalán continúa prolongando el espíritu navideño con una tradición que va mucho más allá del calendario. Sant Esteve no es solo un día festivo, sino una expresión cultural única, una forma de entender la familia, el tiempo compartido y la memoria colectiva que ha pasado de generación en generación.

El origen histórico de Sant Esteve: una tradición medieval

La celebración de Sant Esteve tiene raíces históricas y religiosas que se remontan a la Edad Media. San Esteban fue el primer mártir del cristianismo, y su festividad se fijó el 26 de diciembre, justo después de Navidad. Sin embargo, el motivo por el que este día se convirtió en festivo en Catalunya tiene un origen más práctico que litúrgico.

En la época medieval, cuando los desplazamientos se realizaban a pie o en carro y podían durar horas —o incluso días—, la jornada de Sant Esteve permitía a las familias que se habían reunido el día de Navidad regresar con seguridad a sus hogares. Este tiempo extra favoreció que el 26 de diciembre se consolidara como un día no laborable, una tradición que se mantuvo con el paso de los siglos y que hoy forma parte de la identidad catalana.

Un día para la familia y el reencuentro

Sant Esteve es, ante todo, una celebración familiar. Tradicionalmente, mientras que el día de Navidad se reservaba para la familia más cercana, Sant Esteve se convertía en la ocasión ideal para reunir a la familia extensa, compartir mesa con tíos, primos y abuelos, y alargar las sobremesas sin prisas.

Este carácter familiar ha sobrevivido al paso del tiempo y sigue siendo uno de los rasgos más distintivos de la jornada. Para muchas familias, Sant Esteve es incluso más relajado que el día anterior, un momento para reencontrarse, conversar y disfrutar de la compañía sin la intensidad propia de la Nochebuena o el día de Navidad.

Los canelones, el gran símbolo gastronómico de Sant Esteve

Hablar de Sant Esteve es hablar inevitablemente de canelones, el plato estrella del 26 de diciembre en Catalunya. Su origen está ligado al aprovechamiento de las sobras del día de Navidad, especialmente de la carne de la escudella i carn d’olla. Con estos restos se elaboraba el relleno, dando lugar a un plato contundente, sabroso y profundamente ligado a la cocina de aprovechamiento.

Con el tiempo, los canelones han pasado de ser una receta práctica a convertirse en un símbolo gastronómico de la festividad. Hoy en día, muchas familias los preparan con recetas propias, heredadas, y en algunos casos incluso elaboradas con días de antelación, reforzando la idea de tradición y continuidad.

Sant Esteve como seña de identidad cultural

La importancia de Sant Esteve en Catalunya va más allá de lo religioso o lo gastronómico. Se trata de una seña de identidad cultural, compartida también por otros territorios de tradición catalana como Andorra o algunas zonas de las Illes Balears. Su mantenimiento como día festivo ha sido históricamente un elemento de reivindicación cultural, especialmente en contextos donde el calendario laboral tendía a homogeneizarse.

Celebrar Sant Esteve es, para muchos, una forma de preservar la singularidad catalana, de mantener vivas las tradiciones propias y de reforzar los vínculos comunitarios en un momento del año especialmente significativo.

Qué se hace hoy en día durante Sant Esteve

En la actualidad, Sant Esteve combina tradición y modernidad. Muchas personas aprovechan el día para continuar las reuniones familiares, mientras que otras lo utilizan para actividades más relajadas, paseos, encuentros sociales o incluso para disfrutar de actos culturales y deportivos.

En algunos municipios, el día se acompaña de actividades populares, conciertos o propuestas culturales que refuerzan el carácter festivo de la jornada. Aun así, el eje central sigue siendo el mismo: compartir tiempo, mesa y conversación.

Curiosidades de Sant Esteve

Entre las curiosidades más destacadas de esta festividad se encuentra el hecho de que Catalunya es uno de los pocos territorios donde el 26 de diciembre es festivo oficial. Además, Sant Esteve es uno de los días con mayor consumo de canelones del año, hasta el punto de que muchas carnicerías y restaurantes adaptan su oferta específicamente para esta fecha.

Otro elemento curioso es que, para muchas familias, Sant Esteve es el día en el que realmente se descansa, una especie de pausa tras la intensidad emocional y organizativa de la Navidad.