Abrera refuerza la protección contra el ruido de la A-2 con nuevas pantallas acústicas

Abrera continúa luchando contra la contaminación acústica que provoca la autovía A-2 en su paso por el municipio, un problema que desde hace años afecta a los barrios más próximos a la vía. Meses atrás iniciaron la fase donde el Ministerio de Transportes está ejecutando la instalación de nuevas pantallas acústicas. Esta semana es el turno del carrer de Manresa, una actuación que forma parte del plan destinado a reducir el ruido que alcanza a las zonas residenciales. Estas obras, que suponen un paso más en el “blindaje” del municipio frente al impacto sonoro, han obligado a aplicar cambios temporales en el acceso y la circulación por una de las principales vías de entrada y salida del núcleo urbano.

Estructuras para reducir ruido y mejorar el entorno urbano

Las pantallas acústicas que se están instalando consisten en muros de gabiones diseñados específicamente para absorber y desviar el ruido del tráfico de la A-2. Este tipo de estructura, muy utilizada en zonas próximas a grandes vías, incorpora además vegetación integrada, un elemento que no solo mejora la apariencia visual del entorno, sino que contribuye a reducir la temperatura y minimizar aún más la propagación del sonido.

La intervención pretende crear una barrera eficaz entre la autovía y las viviendas, dando respuesta a una demanda histórica de los vecinos que conviven con un nivel de ruido elevado, especialmente en horas punta.

Cambios provisionales en la circulación hasta el 19 de diciembre

Debido a la ejecución de los trabajos, el Ayuntamiento ha informado que hasta el viernes 19 de diciembre de 2025 quedará cortado el carril de salida del núcleo urbano por el carrer de Manresa. La vía mantiene únicamente un carril operativo en dirección al Mercat Municipal d’Abrera, lo que implica ajustes puntuales en la movilidad diaria.

Como alternativa, se ha habilitado una salida provisional desde el Polígon Industrial Sant Ermengol por el carrer de Martorell, que permite incorporarse al carrer de Manresa a través del giro que conecta con el pont del Treball. Esta medida se aplica con el objetivo de mantener la fluidez del tráfico mientras se completan los trabajos de instalación.

Además, queda restringido el giro a la izquierda para acceder al carrer de Manresa desde la Rambla del Torrentet y la Avinguda de Lluís Companys, una limitación que pretende evitar retenciones y garantizar la seguridad en un tramo especialmente sensible durante el periodo de obras.