Los dioses también lloran

Pasaban varios minutos de las 12 de este domingo y la expectación era mundial ante la comparecencia, en rueda de prensa, de Leo Messi, para explicar su versión de su “marcha” del Barça. Y de paso, también para despedirse de los periodistas y de la afición ante la imposibilidad de hacerlo en el Camp Nou como le hubiera gustado. No ha sido posible, porque todo ha sido surrealista en este culebrón.

La aparición de Messi ha dejado al descubierto el aspecto humano del dios del fútbol: el llanto incontenible, su semblante serio, triste y apesadumbrado ha sido sin duda la imagen que ha dado la vuelta al mundo y que permanecerá en la memoria de millones de personas que han vivido en directo o en diferido el trago más amargo de su vida profesional y personal. No le será fácil olvidarse de estos días, donde en pocas horas pasaba de la alegría a la desolación en la que ha sido su casa durante 21 años. Messi lo ha dado todo en el Barca y este le ha cambiado la vida al niño de trece años que llegaba de Argentina procedente de una familia pobre. Ahora se va millonario.

@Ep

Le ha sido muy difícil al astro del balón pronunciar sus primeras palabras, pero supo sobreponerse y con discreción se le entendió todo lo que dijo y lo que se podía deducir, sin entrar en polémica con el máximo responsable del club que es Joan Laporta. “Yo he hecho todo lo posible por seguir, pero no sé si el club ha hecho todo para que yo me quedara” esa fue su respuesta a una pregunta de un colega. Messi se ha sentido traicionado por el presidente Laporta que ya le había comunicado unos días antes que todo estaba listo para firmar el nuevo contrato que le ligaría dos años más, con opción a un tercero, al club de sus amores. Se lo creyó, porque la baza de la continuidad del futbolista argentino fue determinante para ganar las elecciones. Y curiosidades de la vida, él ha sido el presidente que lo ha puesto más allá de las puertas del estadio Joan Gamper. Messi, aunque muy dolido, no ha querido echar más leña al fuego, él quiere volver al club cuando termine su carrera como futbolista y quiere volver a Catalunya donde ha formado una familia y donde han nacido sus tres hijos. Es algo que tiene claro y así lo dijo en su comparecencia.

¿El miedo y otros intereses que se irán conociendo han sido los culpables de la marcha del astro Rey? Laporta, que es una persona que actúa por impulsos y eso ha llevado a la dimisión de un miembro de su junta-ya son dos en poco tiempo- porque considera que no se ha hecho todo lo posible para la continuidad del argentino. No conocía el directivo las últimas actuaciones de su presidente, ni ha informado de sus andanzas con Florentino Pérez, incluso con el presidente de La Liga, el polémico Tebas, que no es consciente del valor económico, amén del futbolístico, de Messi para la Liga. La competición pierde uno de sus grandes valores: futbolístico y económico. No han calculado su marcha en términos de negocio, que también.

El mundo del fútbol no se acaba, pero sí que marca un antes y un después no solo en el Barcelona, sino en el fútbol español. Aunque Messi seguirá dando grandes alegrías ahora en el PSG.