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Los residentes del área metropolitana que más residuos generen pagarán más

Los 36 ayuntamientos, el AMB y la Agencia de Residuos de Catalunya ha aprobado un 'Acuerdo metropolitano para el residuo cero' para la gestión de los residuos municipales con un horizonte 2025.

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El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) el Gobierno de la Generalitat de Catalunya, a través de la Agencia de Residuos de Catalunya (ARC) y los 36 ayuntamientos metropolitanos han firmado el 'Acuerdo metropolitano para el residuo cero'  como fruto de una estrategia conjunta para la gestión de los residuos municipales con un horizonte 2025. 


El acuerdo está incluido dentro del Programa metropolitano de prevención de residuos y gestión de recursos y residuos municipales 2017-2025 (PREMET25), el nuevo plan estratégico de gestión de residuos redactado por la AMB.


La redacción de este plan ha sido una de las prioridades de la AMB en el mandato 2015-2019, para salir del estancamiento en torno al 35% de la recogida selectiva metropolitana. Este índice alcanzó su máximo histórico en 2010, con un 37,2% y ha ido disminuyendo progresivamente hasta el nivel actual del 35,5% tras un repunte en 2018.


El PREMET25 tiene como objetivo último dar cumplimiento a los mandatos de la Unión Europea: una tasa de reciclaje del 55% en 2025 y del 60% en 2030. Durante la presentación, Eloi Badia, vicepresidente de Medio Ambiente de la AMB, destacó que "el modelo actual, basado en contenedores abiertos las 24 horas del día, ha tocado techo. Desde la AMB queremos liderar un verdadero pacto de sociedad, que implique todas las administraciones, la industria, el comercio y la ciudadanía, y hacerlo desde un punto de vista municipalista".


Basuras


El nuevo programa determina que en 2025 toda la población, los comercios y los negocios de la AMB deberán implementado un sistema de individualización de la recogida de residuos, que permite identificar a los usuarios, y vincular el tipo y la cantidad de residuos producidos en nivel individual. Los sistemas elegidos para ser implantados en los municipios metropolitanos son la recogida puerta a puerta, los contenedores inteligentes y las recogidas comerciales específicas.


En 2025 también se establecerán tarifas en función de los residuos que se generen y de si se separan más o menos bien, del mismo modo que hoy cada uno paga en función de si consume más o menos agua o cualquier otro servicio. Este pago por generación incluirá tanto los residuos generados en el ámbito doméstico, que representan un 60% del total de residuos generados, como los del ámbito comercial, que suponen el 40%.


Otro fundamento del PREMET25 es el abandono progresivo del actual modelo basado en los ecoparques, donde sólo es posible recuperar un 10-12% de los materiales reciclables de forma mezclada (y que si se separaran adecuadamente se podría recuperar el 90 %). Estas instalaciones se reconvertirán progresivamente en plantas de tratamiento más especializadas, sobre todo dedicadas a la materia orgánica.


También está prevista la reducción de la incineración de residuos: la planta integral de valorización energética, situada en Sant Adrià de Besòs, clausurará uno o dos de sus hornos (entre uno y dos tercios de la planta) de cara al año 2025, y disminuirá así el porcentaje total de residuos destinados a vertedero. En paralelo, disminuirá la cantidad de residuos que terminan en un depósito controlado, con la consiguiente reducción del impacto ambiental que suponen las últimas fases de la gestión de residuos.

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