Protestas por la dudosa libertad de culto en L'Hospitalet

En una ciudad de las dimensiones de L'Hospitalet la globalización se vive en las calles y eso también supone la integración de diferentes culturas y cultos. Y precisamente estas religiones se están encontrando con impedimentos por parte del Ayuntamiento para poder encontrar su lugar.

Uno de estos cultos es el de los evangelicos, una rama dentro del cristianismo que cada vez va cobrando más fuerza. En L'Hospitalet se calcula que hay más de 6.000 personas que siguen esta práctica religiosa y se encuentran con una gran cantidad de impedimentos para poder abrir sus iglesias. Actualmente se calcula que en en la ciudad hay 60 centros de este culto repartidos por la ciudad, de los cuales sólo 9 están reconocidos legalmente como tales.

Por eso la Plataforma de Iglesias Evangélicas de L’Hospitalet (PIEH) llevan tres años reivindicando más facilidades para poder abrir centros de culto. La única respuesta que les ha dado el equipo de gobierno de Núria Marín ha sido la que se encuentra en la normativa sobre centros de culto. No se pueden abrir en ningún lugar cercano a viviendas ni locales y sólo en determinado centro industrial, pero que también tenga cerca viviendas. La primera opción hace casi imposible abrir centros dentro de la ciudad y la otra opción pone las cosas difíciles, especialmente para el desplazamiento de los fieles.

El portavoz de la PIEH, Miguel Ángel Alcarria ha denunciado a Vilapress la actitud del concejal Jesús Husillos, responsable de Bienestar Social y Asuntos Religiosos, que se ha negado en diversas ocasiones a reunirse con ellos. De hecho, el 20 de diciembre habían acordado hacerle entrega de una carta con sus demandas y a última hora les negó el encuentro por "problemas de agenda" e incluso aludió que desconocía esta problemática. Esto ha provocado que los evangélicos se concentraran espontánemente frentre a las puertas del ayuntamiento pidiendo ser escuchados.

Los evangelicos se sienten "doblemente discriminados", en primer lugar por su creencia, hay quien dice que incluso hay "cristianofobia", como decían algunas panacartas, pero también se sienten discriminados por ser inmigrantes. Y es que el 90% de los seguidores de esta religión en L'Hospitalet son de fuera.

Alcarria recuerda que no es un caso sólo de los evangelicos sino que son conscientes que otras religiones, como la musulmana, están sufriendo los mismos problemas. Desde la PIEH recuerdan que esto sólo provoca descontento en la ciudadanía, porque muchos de ellos pueden votar a las municipiles que llegan a creer que "su voto no está siendo respetado".

Desde la plataforma recuerda que no se trata sólo de sentirse ignorados por el ayuntamiento sino que el ejecutivo municipal no está respetando el derecho constitucional a la libertad de culto y sólo pone impedimentos a que puedan celebrar sus ceremonias religiosas.

Las excusas, asegura Alcarria, "han sido diversas y curiosas". Cuando quieren salir a la calle les dicen que sólo para fechas señaladas, pero cuando quieren celebrar su Semana Santa no les dejan.

Pero este hecho implica también que los evangelicos puedan ayudar a mejorar el tejido social. Alcarria cuenta que "las ONGs relacionadas con nuestra iglesia no pueden participar de las redes de Servicios Sociales".

Los partidos por su parte no prestan atención a sus reivindicaciones "hace un año Ciutadans se mostró dispuesto a escuchar pero sin implicarse del todo, y hace poco se han acercado miembros de la CUP". Pero siempre sin fuerza.

La concentración de este 20 de diciembre ha servido finalemente para que un miembro del ayuntamiento bajara a recoger la carta dirigida a Husillos, pero sin noticias de él. Hartos de esta situación, este 21 de diciembre, la plataforma va a presentar una instancia denunciando esta situación.