Para que la investidura de Turull sea posible, es necesario que los huidos renuncien a sus actas.
El 15 de enero, se conocerá la sentencia del Caso Palau y se sabrá si los políticos de CDC saldrán “salpicados” .
Este martes, en el Parlament, se esperaba -porque así lo habían anunciado- que el president Puigdemont leyera la declaración de independencia.
La comparecencia del todavía presidente de la Generalitat de Catalunya en el Parlament para explicar la situación política en Catalunya se convirtió en una pantomima.
Dicho lo cual, conociendo que el martes es un día que trae mal fario, bien haría Puigdemont en no tentar al diablo, por mucho que la jerarquía eclesiástica le esté rociando con agua bendita.
Esa ley, por ese procedimiento, ni es ley, ni es Suprema, ni merece ningún respeto ciudadano, porque una Democracia no se fundamenta encima de un escenario teatral por muy institucional que éste sea, sino en el debate parlamentario y en el respeto a la legalidad.