Sant Boi de Llobregat, la cuna de la recuperación de la Diada tras la dictadura
El 11 de septiembre de 1976 miles de personas se reunieron en Sant Boi para celebrar la primera Diada Nacional de Catalunya en libertad después del franquismo
El 11 de septiembre de 1976, apenas un año después de la muerte del dictador Francisco Franco, Sant Boi de Llobregat se convirtió en el epicentro de la historia catalana. Allí tuvo lugar la primera celebración masiva y pública de la Diada Nacional de Catalunya tras décadas de prohibición y clandestinidad.
La manifestación fue todo un éxito, logrando reunir a personalidades demócratas de todas las tendencias en aquel momento. Un logro político y social que respondía a años de censura. Aunque durante bastantes primaveras se habló de más de 100.000 asistentes en aquel destacado día, la realidad está bastante alejada según cifras recientes. El cálculo final se estableció alrededor de las 30.000 personas, capacidad máxima de la plaza Catalunya de Sant Boi. Aquella multitud demostró ser el principio del fin de la dictadura y que las cosas habían empezado a cambiar.
Ese día, Sant Boi pasó a la memoria colectiva como el lugar donde la Diada volvió a respirar en libertad.
El contexto de una reivindicación histórica
Durante la dictadura franquista, la Diada estuvo prohibida, y quienes intentaban conmemorarla lo hacían en la clandestinidad, con un alto riesgo de represión. La transición democrática abrió una puerta a la recuperación de símbolos y tradiciones silenciadas durante casi 40 años.
La elección de Sant Boi no fue casual. Además de acoger los restos de Casanova, el municipio representaba un lugar emblemático cargado de simbolismo. Convocar allí la primera Diada libre era unir memoria, historia y reivindicación política en un mismo espacio.
Una jornada multitudinaria y plural
La celebración reunió a partidos políticos, entidades culturales, sindicatos y ciudadanos anónimos que compartían el deseo de devolver a la Diada su significado histórico. No solo fue un homenaje a los defensores de 1714, sino también una muestra de unidad en la reclamación de libertades y autogobierno para Catalunya.
La masiva asistencia superó todas las expectativas: miles de banderas, pancartas y cánticos inundaron las calles de Sant Boi, en una de las primeras manifestaciones multitudinarias de la transición.
Sant Boi, símbolo de memoria y libertad
Aquella jornada quedó grabada como un hito de la transición catalana. Desde entonces, cada año el municipio recuerda su papel histórico como cuna de la recuperación de la Diada, manteniendo viva la memoria de aquel 11 de septiembre que marcó el inicio de una nueva etapa.
Hoy, casi cinco décadas después, la imagen de las multitudes en Sant Boi sigue siendo un recordatorio de que la Diada no es solo un día de conmemoración, sino también un símbolo de resistencia, identidad y libertad para el pueblo catalán.
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