La comarca del Baix Llobregat declarada Zona de Vigilancia por la peste porcina: 21 municipios afectados
La Generalitat amplía el perímetro de vigilancia, imponiendo limitaciones en actividades de ocio y movilidad forestal mientras que Europa activa las restricciones comerciales en la comarca
El primer brote de peste porcina africana (PPA) registrado en Catalunya en casi tres décadas ha abierto un escenario de máxima prudencia en el conjunto del territorio metropolitano. Aunque el principal foco de la infección se encuentra en el área de Cerdanyola del Vallès, la proximidad con los grandes espacios naturales metropolitanos y la movilidad habitual de una fauna salvaje cada vez más complicada de controlar, han obligado a la Generalitat a activar un plan de contingencia que deja al Baix Llobregat como una zona sensible.
Las autoridades sanitarias y ambientales se han movilizado con rapidez para evitar que la enfermedad, que no afecta a las personas pero sí tiene un impacto devastador en la fauna silvestre y en la actividad ganadera, pueda extenderse hacia zonas densamente pobladas o ecosistemas vulnerables.
El Baix Llobregat, en el segundo anillo de seguridad
El Govern ha delimitado dos anillos de actuación. El primero, la llamada Zona de Infección, concentra las medidas más estrictas y afecta a doce municipios del Vallès y el entorno de Barcelona. No obstante, la cautela obliga a extender las restricciones más allá con un segundo perímetro, denominado Zona de Vigilancia, que abarca un radio de 20 kilómetros y engloba 64 municipios, entre ellos una parte importante del Baix Llobregat. En total, 76 localidades catalanas están hoy sometidas a algún tipo de restricción.
La presencia cercana del Parque de Collserola, uno de los principales corredores biológicos del área metropolitana, ha sido determinante en esta decisión. Su proximidad natural con municipios del Baix como Sant Andreu de la Barca, El Papiol, Sant Vicenç dels Horts o Esplugues de Llobregat, y la interconexión con otros espacios naturales de la comarca, entre ellos el Vallès, obligan a extremar la vigilancia sobre el movimiento de animales salvajes, especialmente jabalíes, principales transmisores del virus.
El Baix Llobregat suma así 21 municipios afectados por las restricciones: Abrera, Castellví de Rosanes, Cervelló, Corbera de Llobregat, El Papiol, Esparreguera, Molins de Rei, Olesa de Montserrat, Pallejà, El Prat de Llobregat, Sant Andreu de la Barca, Sant Boi de Llobregat, Sant Climent de Llobregat, Sant Esteve Sesrovires, Sant Feliu de Llobregat, Sant Joan Despí, Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Cervelló, Torrelles de Llobregat, Vallirana i La Palma de Cervelló.
Ayuntamientos en alerta: cierres, prohibiciones y refuerzo informativo
La reacción municipal de las localidades afectadas no se ha hecho esperar. Diversos consistorios han iniciado campañas informativas y activado restricciones específicas adaptadas a su realidad territorial. Entre las primeras administraciones en pronunciarse se encuentra Sant Vicenç dels Horts, que ha comunicado un paquete de medidas preventivas con impacto directo en la vida cotidiana de los vecinos. Entre ellas destacan el cierre de las barbacoas del Pi Gros, la suspensión de actividades de ocio en la zona, la clausura de los espacios de pícnic y agility del parque fluvial del río Llobregat, la prohibición de acceso a las zonas forestales y la prohibición de alimentar colonias de gatos no gestionadas por el Ayuntamiento.
El consistorio ha añadido actuaciones extraordinarias, como la cancelación de salidas escolares a espacios naturales, el refuerzo de la vigilancia policial para garantizar el cumplimiento de las restricciones y la ampliación de las campañas informativas dirigidas tanto a centros educativos como a entidades locales.
Por su parte, Olesa de Montserrat y Corbera de Llobregat ha pedido a la ciudadanía aumentar las precauciones, especialmente en zonas donde es habitual la presencia de fauna salvaje. El Ayuntamiento insiste en la importancia de mantener la limpieza de papeleras y contenedores y prestar atención a los comedores de animales situados en el exterior, para evitar atraer jabalíes.
La Unión Europea interviene: riesgo grave de propagación y nuevas limitaciones económicas
La situación ha hecho saltar las alarmas en Europa, que no ha querido mantenerse al margen tras el avance en las últimas horas. La Comisión Europea ha emitido un documento advirtiendo de la existencia de un “riesgo grave de propagación” de la enfermedad y alertando de sus posibles consecuencias económicas para el sector ganadero. Como respuesta, Bruselas ha establecido restricciones a la comercialización y exportación de cerdos y productos porcinos en 91 municipios alrededor del foco confirmado.
Este listado afecta de lleno al Baix Llobregat, donde figuran una larga lista de municipios: Abrera, Castellví de Rosanes, Cervelló, Collbató, Corbera de Llobregat, Cornellà de Llobregat, El Papiol, Esparreguera, Esplugues de Llobregat, Martorell, Molins de Rei, Olesa de Montserrat, Pallejà, El Prat de Llobregat, Sant Andreu de la Barca, Sant Boi de Llobregat, Sant Climent de Llobregat, Sant Esteve Sesrovires, Sant Feliu de Llobregat, Sant Joan Despí, Sant Just Desvern, Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Cervelló, Torrelles de Llobregat, Vallirana, Viladecans y La Palma de Cervelló.
El objetivo es evitar cualquier riesgo de expansión internacional del virus, que podría generar un impacto económico severo a nivel global.
Un nuevo escenario para la comarca: prevención, vigilancia y un futuro incierto
Aunque el impacto directo de la peste porcina africana todavía no se ha manifestado directamente en el Baix Llobregat, donde por el momento no se ha declarado ningún caso, la situación obliga a la comarca a convivir con un marco preventivo exigente y delicado. El territorio se encuentra ahora en un punto intermedio entre la contención y la vigilancia activa, con la responsabilidad compartida de ayuntamientos, ciudadanía y administraciones supramunicipales para minimizar riesgos.
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