Video: Sant Joan de Déu pone el foco en la rehabilitación de los 3200 presos que han necesitado asistencia en salud mental

El Parc Sanitari Sant Joan de Déu de Sant Boi de Llobregat ha organizado la I Jornada de Salud Mental en el Ámbtio Penitenciario, con el objetivo de buscar la reintegración de los presos. En el Baix Llobregat, se encuentran las prisiones de Brians 1 y Brians 2 en Sant Esteve Sesrovires, donde el Sant Joan de Déu tiene dos unidades hospitalarias psiquiátricas y programas de atención ambulatoria, el Parc Sanitari Sant Joan de Déu es hoy uno de los referentes en salud mental penitenciaria en Catalunya, con un equipo de 250 profesionales. Su objetivo es claro: asegurar que las personas con trastorno mental que han cometido un delito reciban un tratamiento libre de estigmas y con las mismas oportunidades de reinserción que aquellas que reciben atención en la comunidad.

El 60% de las penas impuestas por delitos cometidos en el contexto de un trastorno mental se ejecutan actualmente en hospitales psiquiátricos penitenciarios. Esta es una de las principales conclusiones expuestas durante la I Jornada de Salud Mental en el Ámbito Penitenciario, celebrada el jueves en el Parc Sanitari Sant Joan de Déu bajo el lema "Construyendo puentes hacia una atención integral".

Durante el encuentro, profesionales y expertos en salud mental advirtieron que el sistema actual no ofrece las herramientas necesarias para garantizar la recuperación y la reinserción comunitaria de las personas afectadas. En este sentido, alertan de que el estigma y las dificultades judiciales para trasladar a pacientes con trastorno mental grave a recursos asistenciales comunitarios están obstaculizando su recuperación y prolongando innecesariamente su estancia en centros penitenciarios.

En Catalunya, durante 2024, un 40% de las 8.000 personas privadas de libertad ha necesitado atención especializada en salud mental y adicciones. A pesar de contar con un modelo pionero en la atención penitenciaria, el sistema catalán continúa teniendo graves dificultades para ofrecer alternativas extrapenitenciarias a personas con enfermedades mentales graves que han cometido delitos sin plena conciencia de sus actos.

Atención especializada más allá de la prisión

Aitor Eneko Olivé, jefe de gestión de Enfermería en Salud Mental Penitenciaria del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, denuncia que “las personas con trastorno mental deben recibir atención especializada y, cuando el riesgo disminuye, continuar su tratamiento en recursos comunitarios. Sin embargo, la realidad es que el 60% de las medidas de seguridad se ejecutan en hospitales psiquiátricos penitenciarios, lo que contradice los principios de recuperación, desinstitucionalización y dignidad en los cuidados”.

Uno de los principales obstáculos señalados por los expertos es la exigencia judicial de un "riesgo cero" para permitir el traslado de pacientes a centros comunitarios, una condición que consideran clínicamente inviable. Como consecuencia, muchas personas permanecen en entornos penitenciarios a pesar de estar estabilizadas y listas para iniciar un proceso de reinserción.

El estigma: una condena añadida

Las personas con trastorno mental en prisión sufren una doble vulneración: por su enfermedad y por la privación de libertad. “Cuando alguien con un trastorno mental comete un delito, deja de ser visto como alguien que necesita atención y pasa a ser percibido como una amenaza”, explica Olivé.

El testimonio de Ismael Molina, quien pasó por la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica Penitenciaria (UHPP), evidencia esta realidad. “Cuando el equipo sanitario considera que estás recuperado, puedes seguir tres años más ingresado por la parte legal. Y cuando sales, el estigma es muy fuerte. Me temen más por el trastorno mental que por el delito que cometí”, afirma.

Molina luchó por estudiar en prisión y ahora, con una vida normalizada y una profesión cualificada, colabora en investigaciones sobre estigmatización y actúa como paciente experto ayudando a otros internos en su proceso de adaptación.

Un modelo centrado en la dignidad y la comunidad

Desde hace décadas, el Parc Sanitari Sant Joan de Déu apuesta por un modelo centrado en la persona y en la recuperación en contacto con la comunidad. Por ello, sus profesionales reclaman que esta problemática sea una prioridad en la agenda política y social. “Nos enfrentamos a una urgencia que necesita visibilidad y acción”, afirman.

La institución propone la creación de unidades especializadas fuera del ámbito penitenciario, que implementen técnicas y medidas de contención adecuadas para asegurar la recuperación sin bloquear los tratamientos ni los procesos de reinserción por miedo. Países como Francia o Reino Unido ya han implementado con éxito unidades intermedias de alta seguridad comunitaria.

Con dos unidades hospitalarias psiquiátricas en las prisiones de Brians 1 y 2 y programas de atención ambulatoria, el Parc Sanitari Sant Joan de Déu es hoy uno de los referentes en salud mental penitenciaria en Cataluña, con un equipo de 250 profesionales. Su objetivo es claro: asegurar que las personas con trastorno mental que han cometido un delito reciban un tratamiento libre de estigmas y con las mismas oportunidades de reinserción que aquellas que reciben atención en la comunidad.