La mediación de los Bomberos consigue que tres familias del edificio El Barco de Esplugues lo abandonen

Una quincena de vecinos residentes en el edificio "El barco" en Esplugues se habían negado a abandonar sus viviendas, según han confirmado a Vilapress fuentes de Mossos y el Ayuntamiento de Esplugues a primera hora de la maña de este martes 26 de marzo.

Este martes fueron desalojadas 38 familias y 15 personas aprovecharon la posibilidad de ir a retirar parte de sus pertenencias para atrincherarse en sus viviendas de alquiler. 

A partir de este mediodía, la mediación de los Bombers de la Generalitat ha permitido que la situación llegara a buen puerto y las personas que se habían revelado contra la decisión tomada el pasado lunes 25 de marzo han empezado abandonar el bloque. 

Los Bomberos han llegado al edificio a las 13 horas para convencer a las familias que quedaban dentro. Tres ya habrían abandonado el inmueble, mientras que los efectivos de emergencia siguen intentando convencer a las tres otras que aún no han salido de El Barco. 

Grupos de vecinos se han manifestado durante esta mañana en las inmediaciones del edificio reclamando soluciones para los vecinos para que no sean reubicados en pisos de fuera de Esplugues de Llobregat. Al mismo tiempo, han denunciado que si el Ayuntamiento ya sabía del estado del bloque, porque se les ha avisado con tan poco tiempo de margen. 

El consistorio ya ha pedido ayuda a la Generalitat para poder encontrar una alternativa habitacional a las personas afectadas por el desalojo del edificio. 

TODOS PENDIENTES DE UNA NUEVA ORDEN DE DESALOJO JUDICIAL

El consistorio y los Mossos estaban a la espera de una nueva orden judicial para poder desalojar a las familias que quedaban en el edificio ante el riesgo de derrumbe. 

Durante la madrugada de este lunes ha habido momentos de tensión entre los agentes, los vecinos y las personas que los apoyaban. Las vallas que se habían situado alrededor del edificio para impedir la entrada han acabado tiradas por el suelo en el forcejeo. 

Recordemos que el edificio fue catalogado en estado de ruina por el ayuntamiento de Esplugues tras un informe técnico donde se destacaba los daños estructurales graves del edificio y que ya no es apto para tener célula de habitabilidad.

De hecho, el informe recoge que únicamente una de las viviendas de El Barco tiene cédula de habitabilidad, lo que pone de manifiesto las condiciones en las que  viven y han vivido durante tantos años las familias que hasta este martes residían en ellas. 

De hecho, los vecinos hace años que conviven con estructuras de apuntalamiento del bloque. El detonante fue la caída de una parte de un techo. Ante ello, el consistorio pidió un informe para evaluar el estado del edificio. Dicho informe fue claro: "las patologías que sufre no son reparables con medios normales, equivalentes a una reconstrucción del edificio", declarándolo en "ruina económica, técnica, urbanística e inminente". 

En declaraciones a los medios de comunicación, José M. González ha explicado que "todo el edificio quedaría apuntalado, sin poder asegurar la estabilidad del edificio", por lo que se recomienda "el desalojo inmediato". 

El edificio fue construido en los años 80 y se encuentra en una zona considerada como verde desde 1976 aunque esta catalogado como de un gran valor patrimonial y social para este municipio del Baix Llobregat. Ahora, el informe denuncia que "el mantenimiento del edificio se podría indicar que es prácticamente nulo".

"El problema lo tenemos en los forjados que hay dentro de las viviendas de las zonas húmedas", ha explicado González. "Lo que son las instalaciones de recogidas de las aguas están perdiendo agua completamente", ha añadido. 

Además, el arquitecto municipal ha señalado la baja calidad de los materiales con los que se levantó el edificio. "Son unos forjados que se construyeron en el año 1949, con ausencia de materiales de construcción adecuados", ha explicado. Además, ha afirmado que "el hormigón no se ha podido ni analizar en el laboratorio porque se deshacía". 

EL AYUNTAMIENTO PIDE AYUDA A LA GENERALITAT 

El Ayuntamiento de Esplugues ha pedido a la Generalitat que colabore en "todo lo posible" para ofrecer una salida habitacional a los vecinos desalojados de un edificio en estado de ruina este martes.

Lo ha dicho el primer teniente de alcalde, Eduard Sanz, en declaraciones a los periodistas este miércoles, en las que ha afirmado que necesitan "la aportación de viviendas por parte de la Generalitat" y que han contactado con la Agència Catalana d'Habitatge.

Han atendido a 112 personas, de 37 unidades familiares, entre las cuales hay 25 menores: de estas familias, 10 --que incluyen 40 personas-- solicitaron un alojamiento temporal de emergencia, y el Ayuntamiento trabaja para "intentar encontrar soluciones adaptadas a cada necesidad".

SALIDA TEMPORAL A MEDIO PLAZO

Sanz ha afirmado que desde este miércoles están en disposición de ofrecer "algunas viviendas", que se les dará a las personas en situación de más vulnerabilidad, y que el teniente de alcalde las define como una salida temporal a medio plazo.

Así, calcula que durante este martes se asignen las viviendas (de momento, son cinco pisos, de los cuales "dos o tres serán inmediatos para hoy" para las personas situación de mayor vulnerabilidad), y prevé que de cara a la próxima semana se puedan dar estas viviendas.

Por ahora, no han facilitado ninguna vivienda temporal, que intentan que sea en Esplugues, y ha explicado que están buscando "soluciones habitacionales en el conjunto del área metropolitana" de Barcelona.

El Ayuntamiento está valorando otras opciones y también han contactado con hoteles: "Si es para pasar unos días, seguramente son mejores condiciones que un albergue".
 

DERRIBO EN DOS MESES Y MEDIO

El teniente de alcalde ha afirmado que, una vez desalojado definitivamente, el siguiente paso no será derribarlo, sino "asegurarlo con la única finalidad de que los inquilinos puedan entrar a recuperar sus pertenencias".

Una vez los vecinos recuperen sus pertenencias, entonces sí que se procederá el derribo, que prevén que "podría hacerse en dos meses y medio", aunque si pueden avanzarlo, lo harán.