VÍDEO - Vecinos del Prat de Llobregat protestan contra la tasa de basuras, la ZBE y el cierre de una residencia
La segunda marcha multitudinaria en apenas dos meses evidencia el malestar creciente ante las políticas municipales
El Prat de Llobregat vivió este pasado domingo 23 de noviembre una nueva jornada de protesta ciudadana que confirma un clima de tensión creciente entre parte del vecindario y el equipo de gobierno local. Según explicaron a VilaPress una de las personas asistentes, la marcha reunió a “miles de ciudadanos”, en una concentración que recorrió el municipio para visibilizar el malestar acumulado por decisiones municipales consideradas injustas por muchos de los ciudadanos.
Esta segunda movilización multitudinaria, cuando se cumplían escasos dos meses de la primera, vuelve a poner sobre la mesa un conjunto de problemas que, según recalcan los convocantes, afectan directamente al día a día de las familias trabajadoras, desde la presión fiscal hasta la seguridad en las calles, pasando por restricciones de movilidad o la preocupación por la continuidad de servicios esenciales.
La protesta tuvo como eje central la tasa de residuos, una medida que buena parte de los participantes considera “abusiva” y que, en los últimos meses, ha generado un rechazo continuado y transversal. Para muchos vecinos, familias y comerciantes locales esta tasa simboliza un aumento de la carga económica sobre los hogares y los pequeños comercios en un contexto de elevados costes de vida. Sin embargo, la indignación expresada durante la marcha no se limitó únicamente a un punto económico. La inseguridad, un fenómeno cada vez más comentado en diferentes barrios; la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que según denuncian afecta de manera directa a trabajadores con menos recursos que necesitan el vehículo para desplazarse; y el intento de cerrar una residencia municipal de ancianos, se sumaron como motivos de peso para volver a las calles.
Este último asunto adquirió un especial protagonismo durante la marcha. Trabajadoras de la residencia afectada se unieron a la manifestación, mostrando públicamente su preocupación por el impacto que esta decisión tendría tanto en sus empleos como, especialmente, en las personas mayores a las que atienden a diario. Su presencia aportó un carácter aún más humano y emocional a la protesta, con pancartas y consignas que reivindicaban la protección de los servicios públicos dirigidos a la población más vulnerable.
Entre los convocantes, Jordi López fue una de las voces más firmes a la hora de trasladar el mensaje político y social que motivó la concentración. En declaraciones a este medio, afirmó con contundencia:
“Alba Bou de los Comunes y Juan Pedro del PSC deben entender de una vez que ya hemos dicho basta. No se puede seguir saqueando los bolsillos de las familias trabajadoras y los pequeños comerciantes con tasas injustificadas. Si siguen ignorando a la ciudadanía, esto irá a más. No vamos a parar hasta que dejen de pisotear nuestros derechos y exprimirnos sin piedad.”
La marcha de este domingo se suma a la celebrada el pasado septiembre, y que ya situó en el centro del debate público la creciente fractura entre una parte de la población y el gobierno municipal.

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