El Prat demolerá el "narco-bloque" de 17 pisos del INCASOL del barrio de Sant Cosme

El Ayuntamiento de El Prat de Llobregat ha iniciado el proceso para el derribo de un bloque de 17 pisos en el barrio de Sant Cosme, ubicado en la calle Riu Anoia (números 24, 26 y 28), tras declarar la "ruina económica" del inmueble. El edificio funcionó durante años como una macroplantación de marihuana gestionada gracias a la UTE conformada por dos clanes familiares locales.

La actividad delictiva cesó en abril de 2023, cuando un espectacular operativo policial con más de 200 agentes desmanteló 12 plantaciones activas en su interior. La intervención destapó también un fraude eléctrico masivo valorado en más de 212.000 euros, una cifra equivalente al consumo eléctrico de 174 viviendas.

Desde entonces, el inmueble ha sufrido un incendio el pasado mes de abril y presenta un "estado avanzado de deterioro". Los informes técnicos alertan de un riesgo inminente de incendio debido al estado crítico de la red eléctrica, manipulada para el cultivo, y a "alteraciones estructurales" que comprometen su seguridad.

Esta situación ha llevado al Ayuntamiento a decretar su inhabitabilidad y a tomar una medida drástica para evitar que volviera a ser ocupado: el bloque fue precintado y tapiado utilizando 60 toneladas de hormigón, haciéndolo físicamente inaccesible.

La decisión del derribo se ha formalizado al constatar que su rehabilitación es inviable económicamente. El consistorio ha valorado la rehabilitación completa en 1.291.258 euros, mientras que la construcción de un bloque nuevo de características similares costaría 1.434.732 euros. Al superar el coste de la reparación el 50% del valor de una obra nueva, la ley permite la declaración de ruina económica.

El principal propietario del inmueble es el Instituto Catalán del Suelo (INCASOL). Si no se presentan alegaciones en el plazo establecido, el derribo podría ejecutarse en un máximo de tres meses.

Esta demolición se considera un paso crucial en la transformación del barrio de Sant Cosme. El derribo del "narco-bloque" no solo elimina un foco de inseguridad, sino que simboliza el esfuerzo por combatir el narcotráfico y mejorar las condiciones de vida en este barrio de El Prat.