Denuncian a cuatro personas por acceder sin autorización a una zona protegida del Delta del Llobregat
Los Mossos d'Esquadra interceptan a dos hombres y dos mujeres en la playa de Ca l’Arana, un espacio natural restringido clave para la conservación de especies en peligro
El pasado 1 de mayo, agentes de la Unidad de Medio Ambiente de los Mossos d’Esquadra denunciaron administrativamente a cuatro personas —dos hombres y dos mujeres— por acceder a una zona restringida del Espacio de Interés Natural del Delta del Llobregat, concretamente a la playa de Ca l’Arana, en el término municipal de El Prat de Llobregat.
Los hechos ocurrieron durante un patrullaje de vigilancia en estas áreas especialmente protegidas, que forman parte de un entorno natural clave para la biodiversidad del territorio. Los agentes sorprendieron a los infractores dentro del perímetro no autorizado, infringiendo la normativa establecida para la protección del medio ambiente y el paisaje.
Zonas restringidas para proteger especies vulnerables
El acceso a la playa de Ca l’Arana, como a otras áreas similares del Delta, está regulado por un plan especial que solo permite circular por caminos e infraestructuras señalizadas. Estas restricciones no son arbitrarias: buscan proteger ecosistemas de gran valor ecológico, preservar la flora autóctona y evitar molestias a especies en peligro de extinción o en situación de amenaza, muchas de las cuales utilizan el Delta como hábitat o zona de cría.
La normativa vigente, recogida en la Ley 12/1985 de espacios naturales, establece sanciones de entre 300 y 3.000 euros para quienes incumplen las obligaciones de protección ambiental en estas zonas. En este caso, las cuatro personas denunciadas podrían enfrentarse a multas dentro de ese rango económico.
Un entorno natural bajo presión
El Delta del Llobregat es una joya ecológica del área metropolitana de Barcelona. A pesar de su proximidad a zonas urbanas e infraestructuras como el aeropuerto, alberga una riqueza natural extraordinaria, con especies de aves, reptiles, mamíferos y plantas que dependen de la tranquilidad de sus espacios más frágiles.
Desde los cuerpos de seguridad y entidades medioambientales se insiste en la importancia de respetar las limitaciones de acceso, ya que incluso una visita puntual en zonas sensibles puede alterar el equilibrio ecológico y poner en riesgo procesos naturales como la reproducción o la migración de determinadas especies.
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