Gavà y Begues entran en Zona de Vigilancia tras un nuevo caso de peste porcina africana

El Baix Llobregat vuelve a verse afectado por la peste porcina africana (PPA) después de que se haya detectado un nuevo caso en Sant Cugat del Vallès, con la muerte de un jabalí infectado. Con este positivo, el número de animales fallecidos por la enfermedad asciende a 27, lo que ha obligado a las autoridades a reactivar el protocolo de contención e incorporar de nuevo a la comarca dentro del segundo anillo de seguridad. Este perímetro, denominado Zona de Vigilancia, abarca un radio desde los 6 a los 20 kilómetros desde el foco del brote y afecta directamente a los municipios de Gavà y Begues, que se suman a los 83 municipios incluidos dentro de la zona de bajo riesgo de infección, que deberán aplicar medidas de prevención específicas para minimizar el riesgo de propagación.

Restricciones: impacto limitado en el día a día, pero medidas claras en el uso del medio natural

Aunque la declaración de Zona de Vigilancia no implica restricciones severas en la vida cotidiana de los vecinos, sí conlleva una serie de limitaciones en relación con las actividades organizadas en el medio natural. La normativa vigente prohíbe el acceso en grupo para actividades de ocio al aire libre con el objetivo de evitar aglomeraciones que puedan alterar el comportamiento de los jabalíes y facilitar una posible extensión de la PPA. Estas restricciones, sin embargo, no afectan a los espacios cerrados o perimetrados, como instalaciones deportivas o recintos hípicos.

Los desplazamientos por carreteras asfaltadas, caminos y pistas forestales se mantienen permitidos, al igual que el acceso individual o familiar al entorno natural, siempre que los animales domésticos se encuentren atados y controlados. Se trata de una recomendación clave, ya que favorecer la tranquilidad en estas zonas naturales es una forma de evitar situaciones donde los animales salvajes se desplacen hacia otras áreas.

Actividades prohibidas y espacios donde se aplican las limitaciones

Entre las actividades temporalmente prohibidas se encuentran las caminatas populares, carreras de montaña, competiciones deportivas, rutas ciclistas, raids y otras propuestas colectivas que se desarrollen en espacios naturales como parques forestales, cauces de ríos y rieras, campos de cultivo o prados. La misma restricción se aplica a parques urbanos situados cerca de rieras y a senderos fuera del núcleo urbano. El objetivo sigue siendo el mismo: prevenir movimientos bruscos de grupos grandes que puedan dispersar poblaciones de jabalíes o generar situaciones de riesgo ambiental.

En cambio, no se ha considerado necesario cerrar zonas de pícnic o aparcamientos, aunque sí se recalca la importancia de extremar la higiene y la gestión de basuras en estos puntos. Se pide no dejar restos de comida ni facilitar el acceso a contenedores, ya que esto podría atraer a los animales y aumentar la probabilidad de exposición al virus.

Actividades permitidas y afectación económica

En el ámbito económico, la Zona de Vigilancia no conlleva restricciones adicionales. Las explotaciones agrícolas, el acceso a viviendas, los restaurantes rurales, hípicas, centros educativos, instalaciones deportivas y explotaciones ganaderas pueden continuar su actividad con normalidad. De igual forma, se mantienen permitidos los trabajos agrícolas, el pastoreo y las labores forestales, dado que estas prácticas forman parte de la actividad habitual del territorio y no suponen un riesgo añadido al control sanitario siempre que se realicen con las precauciones pertinentes.

Un nuevo aviso para mantener la prevención activa

La inclusión de Gavà y Begues en la Zona de Vigilancia vuelve a poner al Baix Llobregat en alerta preventiva, con el objetivo de minimizar riesgos para contener el avance del brote. Aunque el impacto en la vida diaria de las personas es limitado, las medidas en los zonas naturales sí son más estrictas.