Salir antes para llegar después: los datos que confirman la gran pesadilla del Baix Llobregat
La última encuesta de movilidad confirma que los vecinos tardan más en llegar a sus destinos aunque circulen menos vehículos y usuarios en la comarca
No es ningún secreto los problemas de movilidad que presenta el Baix Llobregat en todas sus opciones. Carreteras colapsadas y un transporte público incapaz de absorber la demanda dibujan un escenario que, lejos de mejorar, se agrava año tras año y perjudica la calidad de vida de miles de vecinos. Así lo muestra, la nueva Encuesta de Movilidad en Día Laborable del Observatori de la Mobilitat y la ATM de Barcelona, que lo confirma con cifras que rompen cualquier duda: cada vez tardamos más en llegar, aunque haya menos desplazamientos.
Datos que ponen de relieve el desastroso panorama que se presenta dentro de la comarca, tanto en infraestructuras como en respuestas necesarias para solucionar el crítico escenario que vive el Baix en términos de movilidad, eficiencia de tiempo y calidad de vida.
Una comarca atrapada en el tráfico diario
El estudio refleja con nitidez un problema que la ciudadanía hace tiempo sufre en primera persona. El Baix Llobregat registra 2,77 millones de desplazamientos diarios, entre movimientos laborales, educativos, sanitarios o de ocio. Su cercanía a Barcelona y su función como gran nudo de conexión metropolitana hacen que la motivación laboral sea, con diferencia, el principal motor de movilidad.
Pero lo más preocupante no es el volumen de desplazamientos en sí, sino la ineficiencia del 'tiempo extra' invertido. La sensación colectiva, esa impresión de salir antes de casa para llegar después, ya no es solo una percepción subjetiva: las cifras lo confirman.
Menos desplazamientos… pero más tiempo perdido
Uno de los datos más sorprendentes es que, respecto a 2023, el número total de desplazamientos diarios se ha reducido en cientos de miles de personas. Sin embargo, el tiempo que las personas dedican a ir y volver de sus destinos ha aumentado. Esto deja una paradoja que deja en evidencia un sistema totalmente colapsado, saturado y sin capacidad de respuesta. Menos coches y menos usuarios deberían traducirse en un tráfico más fluido, pero la realidad es exactamente la contraria.
En 2024, el tiempo medio diario dedicado al transporte —sumando ida y vuelta— asciende a 54,7 minutos, la cifra más alta de los últimos años. Y eso, en un escenario de menor intensidad viaria.
El transporte público, el gran damnificado
Si ponemos el foco en los trenes y autobuses, la situación empeora. El tiempo medio diario que pasa un usuario del transporte público para desplazarse por el Baix Llobregat sube hasta los 97 minutos, lo que supone más de hora y media al día únicamente para ir a tu destino y volver a casa.
Unas cifras descabelladas si agrupamos el cálculo en lo que supone este tiempo en una semana laboral, lo que significa que la ciudadanía dedica más de 8 horas a desplazarse: más tiempo que una jornada laboral completa.
Además, entre 2023 y 2024, el transporte público ha vivido el mayor incremento de tiempo registrado, con una subida superior a 15 minutos de media en solo un año. Un dato que evidencia la incapacidad del sistema para absorber la demanda y ofrecer un servicio rápido, fiable y eficiente.
La encuesta dibuja una realidad que se ha convertido en un lastre para la calidad de vida y la productividad del Baix Llobregat. La movilidad es hoy uno de los principales problemas estructurales de la comarca, sumergida de lleno en una crisis que empeora y que ya es un reto urgente. Un cuello de botella que afecta y reduce al tiempo de los usuarios, a la economía local y a la sostenibilidad del territorio.

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