Los ‘superradares’ del Baix Llobregat darán el salto a todas las carreteras
La DGT confirma su expansión tras el éxito de estos dispositivos móviles que ya han reducido la siniestralidad en Catalunya
El Baix Llobregat y sus conductores han sido objeto de prueba en la implementación de los nuevos 'superradares' que han llegado a nuestras carreteras. Lo que empezó como un piloto, ahora dará el salto a nivel estatal. Su aplicación ha sido todo un éxito si miramos las cifras de accidentes y el nivel de multas impuestas, lo que ha llamado la atención de la Dirección General de Tráfico (DGT) que ha confirmado que su uso se extenderá a todas las carreteras de España.
El Servei Català de Trànsit (SCT) fue el primero en incorporar la denominada nueva generación de radares en novimebre de 2024, situándolos en puntos críticos de accidentalidad. Desde entonces, su impacto ha sido evidente: se calcula que han llegado a interponer una denuncia por minuto, acumulando más de 150.000 sanciones en lo que va de año.
Los radares que sorprendieron en Cornellà y Castelldefels
El Baix Llobregat ha sido el epicentro de esta innovación tecnológica, siendo testigo directo de los llamados 'radar remolque' o 'carro radar'. Tal y como informó el Servei Català de Trànsit, uno de ellos fue instalado en la C-31 en dirección Castelldefels, aunque el que más repercusión ha tenido ha sido el famoso de la A-2, colocado en Cornellà de Llobregat, a la altura del centro comercial Splau. Vídeos virales en redes sociales mostraban su elevada capacidad de detección, generando un intenso debate entre los conductores.
¿Qué diferencia a estos ‘superradares’?
En comparación con los tradicionalmente conocidos, estos aparatos tienen ventajas en cuanto a autonomía, movilidad, detección de vehículos y gestión de las sanciones.
La principal novedad es que no se trata de radares fijos. Los radares-remolque, como bien se puede intuir en el nombre, cuentan con sistema de ruedas, lo que les permite ser trasladados con facilidad a cualquier punto de la red viaria. Además, su autonomía es de hasta una semana gracias a baterías internas, lo que elimina la necesidad de conectarlos a la red eléctrica.
A nivel tecnológico, marcan una clara diferencia:
- Utilizan un sistema láser capaz de detectar excesos de velocidad en varios vehículos al mismo tiempo, incluso en seis carriles simultáneos.
- Están conectados a Internet, lo que permite tramitar automáticamente las sanciones sin intervención directa de un agente.
Reducción drástica de la siniestralidad
Los datos avalan su eficacia. Según el SCT, en los tramos donde se han instalado, la siniestralidad se ha reducido entre un 65% y un 80%. Una cifra especialmente relevante si se tiene en cuenta que la velocidad excesiva sigue siendo uno de los principales factores en los accidentes mortales en carretera.
Un coste elevado pero rentable
Cada uno de estos dispositivos supone una inversión de 2,1 millones de euros, una cifra considerable. Sin embargo, las autoridades aseguran que, debido a su efectividad tanto en salvar vidas como en la gestión de sanciones, la inversión se amortiza rápidamente. Con el aval de su éxito en Catalunya, los ‘superradares’ están listos para vigilar todas las carreteras españolas, marcando un nuevo paso en la lucha contra la siniestralidad vial.
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