El que tiene un padrino, tiene un tesoro
Ya se sabe “ el que tiene un padrino, tiene un tesoro”, dice el refrán popular.
Esta colla del mamut callejero, les va a contar una historia adivinanza. Esto era una vez, un joven en edad de trabajar, con ansías de comerse el mundo y de mandar. Por eso, aconsejado por su “pariente”, se presentó a las oposiciones de Guardia Urbana. Eso da caché y más si tienes un buen padrino. El joven, “ganó” las oposiciones a la primera. No podía ser de otra manera, siendo pariente de quien era, eso va en los genes. Pero luego, el nuevo miembro de la Guardia Urbana tuvo que pasar por la Escuela de Mollet para formarse y pasar los exámenes de actitud. Allí la suerte no le acompañó, no estaba en territorio “amigo” y suspendió. Lo que significó que ya no podía formar parte del cuerpo local. Pero el padrino no lo dejó solo en ese trance de de su vida. Ya se sabe “ el que tiene un padrino, tiene un tesoro”, dice el refrán popular. Así que, al poco tiempo, nos dicen que volvía a recorrer las calles de Viladecans con traje azul, libreta en mano, tras ser contratado como miembro de “vigilancia” de las zonas azules. Esas que como aparques el coche y no saques el tiquet, te ponen una multa. O si dejas el coche mal aparcado, te hacen una foto que envían a la guardia urbana para que te ponga la correspondiente multa. Es como un urbano frustrado, pero con poder de meterte una multa por el artículo 88. ¿ Pero quién lleva la vigilancia de la zona azul?, ¿ que exregidor estaba muy vinculado a ella?. Piensen, aten cabos y seguro que aciertan. Es que en Viladecans, todos forman una gran familia. Es emocionante tanta solidaridad, para que luego digan…..
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