Molins prepara la adecuación del camino del rio hasta Sant Feliu
Una vez hechas las obras se espera aumentar el uso de ocio del camino del río Llobregat, tanto por parte de los vecinos de la localidad como por otros usuarios de los municipios cercanos.
Molins de Rei ha anunciado que el próximo 14 de marzo comenzarán las obras de adecuación del Camí del Riu, entre el torrente de Vallvidrera y el límite término Sant Feliu de Llobregat. El proyecto es impulsado por el Area Metropolitana de Barcelona (AMB) con el apoyo del Ayuntamiento. La primera fase se hizo el 2015 entre el torrente de Vallvidrera y el límite con El Papiol.
La mejora se hará en una extensión de 3.400 metros y se basa en el acondicionamiento de los firmes existentes, deteriorados por el uso o la erosión, la gestión del desagüe, la mejora paisajística del entorno del camino. La finalidad es, en definitiva, adecuar la capacidad del camino a sus usos habituales (productivos, de servicios y de ocio). Además, el camino del río Llobregat es transitable a pie, en bicicleta y vehículos a motor de dos y cuatro ruedas, pero tiene diferentes tramos con agujeros y tramos con el firme bastante irregular que pueden provocar accidentes. Algunos de los cruces no están señalizados y provocan dudas a los peatones y conductores de vehículos.
Una vez hechas las obras se espera aumentar el uso de ocio del camino del río Llobregat, tanto por parte de los vecinos de Molins de Rei como por otros usuarios de los municipios cercanos; mejorar la eficiencia de los productores agrícolas que utilizan este camino para acceder a sus fincas del Parc Agrari del Baix Llobregat; y, finalmente, facilitar las tareas de mantenimiento de las empresas de servicios que utilizan habitualmente el camino.
El concejal de Medio Ambiente, José Raventós, ha comentado que "con estas actuaciones Molins de Rei deja de vivir de espaldas al río y empieza a poner en valor este patrimonio natural tan importante que tenemos". Por su parte, el alcalde de Molins de Rei, Ramon Sánchez explicó que "en su momento decidimos esperar a que la AMB ejecutara esta segunda fase para garantizar una coherencia en el proyecto y, al mismo tiempo, obtener un ahorro económico importante para el Ayuntamiento ".
Las obras tienen un coste de 360.000 euros, el 75% de los cuales los aporta el Área Metropolitana de Barcelona y el 25% restante el Ayuntamiento (90.000 euros).
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