Los socorristas de Barcelona se manifiestan en las playas contra las nuevas sillas de vigilancia impuestas por la AMB

La CGT se suma a las reivindicaciones de los socorristas de las playas y ha convocado otra manifestación en la playa Nova Icària de Barcelona este jueves 30 de agosto a las 8.30 horas de la mañana para presionar a la AMB para que garantice la seguridad de profesionales y bañistas, tras la denuncia presentada en Inspección de Trabajo para conseguir unas sillas de vigilancia que garanticen la seguridad de los bañistas y la salud de los trabajadores.

Esta manifestación se suma a la convocada por la UGT y SOS Socorristes para exigir la elaboración de un convenio colectivo que garantice los derechos de los profesionales del sector que trabajan en las playas catalanas.

En el caso de la reivindicación de la CGT se centra más en las nuevas sillas que el Área Metropolina va a implantar en las playas y que son perjudiciales para socorristas y bañistas. Además el sindicato asegura que el "AMB falta a la verdad cuando dice que se ha asesorado por profesionales del socorrismo". "Oscar Camps -fundador de Proactiva Open Arms y dueño de las empresas Proactiva Serveis Aquàtics S.L. y Q-Star- y Proactiva niegan haber asesorado a la AMB, para este proyecto", aseguran.

La CGT denuncia que en la decisión de cambiar estas sillas participen "exclusivamente arquitectos" sin tener en cuenta la experiencia que los socorristas que trabajan en las playas del área metropolina de Barcelona.

Hace años que los socorristas de las playas de Barcelona reclaman unas sillas de vigilancia que sirvan tanto para garantizar la seguridad de los bañistas como la protección de la salud de los trabajadores. Las sillas de vigilancia actuales tienen más de 30 años de antigüedad, y los socorristas afirman que "están totalmente anticuadas", sin contar, añaden, que "los sistemas de vigilancia y seguridad en el mar han evolucionado mucho".

El pasado mes de julio, se presentó un nuevo prototipo a la prensa y la CGT ha denunciado a Inspección de Trabajo (junto con las actuales sillas) por no cumplir la Ley de prevención de riesgos laborales, ni tampoco garantizar la seguridad de los bañistas. El sindicato critica que "los socorristas no han tenido la oportunidad de participar en su elaboración, desaprovechándose los muchos años de experiencia que podrían haber aportado mejoras sustanciales".

La CGT ha recordado que en diversas reuniones y escritos los trabajadores del servicio de salvamento y socorrismo de Barcelona le han propuesto tanto al ayuntamiento de Barcelona coma al AMB participar en la realización de las mejoras necesarias sin obtener respuesta, insisten, hasta la presentación de estas sillas a la prensa.

Por su parte, el AMB en un comunicado de prensa afirma que ha recibido el asesoramiento de expertos en salvamento y socorrismo, como Oscar Camps, fundador de Proactiva Open Arms y dueño de las empresas Proactiva Serveis Aquàtics S.L. y Q-Star. Sin embargo Oscar Camps y Proactiva como empresa y ONG han negado haber participado en el diseño de AMB.

El proyecto, según la licitación, la ha realizado una empresa espcializada en estructuras y rehabilitación pero en su equipo, destacan los denunciantes, no aparece ningún técnico en prevención de riesgos laborales sino arquitectos y estudiantes. 

El nuevo prototipo presentado por la AMB, que ha costado 50.000 euros, "no mejora sustancialmente las prestaciones de las actuales, solo su fachada", insiste la CGT que detalla que: "tiene una altura insuficiente, se aleja la ubicación de la orilla de la playa (los parasoles de los bañistas impiden la visibilidad), en la posición cerrada para protegerse de los cambios climáticos no hay ventilación y se generan altas temperaturas en su interior, también se tiene que anclar en una base de concreto de 5000 kilogramos enterrada en la arena lo que hace muy difícil la movilidad de la torre dependiendo de la orografía de la playa de cada momento y los requisitos de vigilancia según la etapa de la temporada". 

En cuanto a la salud de los socorristas, prosigue el sindicato "no se utilizan materiales que eliminen las radiaciones ultravioletas adecuadamente, las cabinas no se cierran cuando no hay servicio y por lo tanto están accesibles para cualquier persona siendo conflictivo especialmente por la noche y con el consiguiente riesgo biológico (orina, vómitos, etc) para los trabajadores, tampoco se especifica si son seguras en caso de tormenta eléctrica". Este hecho preocupa a los socorristas ya que se han dado casos de socorristas con lesiones en la piel por la larga exposición al sol.

La CGT denuncia además que nadie se hace responsable ya que tres entes participan en el servicio de salvamento y socorrismo (ayuntamiento de Barcelona, responsable de las playas; Àrea Metropolitana de Barcelona, proveedor de los puestos de vigilancia y UTE Salvamar, empresa adjudicataria del servicio y quien contrata a los trabajadores) y "todos ellos derivan las responsabilidades en los otros y esto provoca una indefensión total en los trabajadores".