La charlotada legal en que se ha convertido el juramento de sus Señorías tanto en el Congreso como en el Senado con apostillas al jura o prometo de cada uno de las diputadas/os y senadores/ as, ha llamado la atención también de los más jóvenes de la casa.
Esta debería ser la legislatura en que nuestros senadores y diputados -pero sobre todo, Gobierno y oposición- pusieran los puntos sobre las íes para que todo el mundo tenga claro lo que puede o no puede saltarse de unas leyes más justas y consensuadas.
Pedro Sánchez sabe bien lo que se hace, porque además de escoger un gran Presidente para la Cámara Alta, se lleva a Madrid a un negociador de primerísimo nivel.