Los días pasan y cuando más se acerca la fecha límite de elección de un candidato, o elecciones, parece que, como apuntábamos hace ya unas cuantas semanas, Elsa Artadi, puede ser la aspirante a convertirse en la primera mujer que presida la Generalitat de Catalunya.
Se suele decir, popularmente, que cuando no se quiere arreglar un problema, “se marea la perdiz”.
Toni Comín el rápido, hace ya algún tiempo que cambio de producto: ha pasado de ERC a JuntsxCatalunya, el partido de Carles Puigdemont, donde hasta hace poco tiempo le ha estado ejerciendo de mayordomo moderno.
Lo único claro que hay ahora en el panorama político catalán es que el reloj del Parlament de Catalunya sigue girando y son contados los días que le quedan al bloque independentista para presentar al candidato a la presidencia de la Generalitat que además ha de ser elegido en su sede.
Algunas personas se incorporan ya a sus lugares habituales, después de haber pasado unos días de vacaciones, bien merecidas por cierto. Otros cambiarán su rutina de estos días por la otra de las obligaciones que les tocan, sin vacaciones algunas.
Los políticos secesionistas deambulan frustrados porque los resultados electorales del 21-D vinieron a confirmar la falta de apoyo social para su proyecto.
Las leyes están para respetarlas, si se consideran injustas se buscan consensos para cambiarlas. Saltárselas a la torera tieneconsecuencias.
La semana se presenta movida, como la anterior y como hace ya tantas y tantas semanas. Estos es como un dragón Kant que cuando piensas que no puede haber más sorpresas, siempre aparecen nuevas a cuál de ellas peor.
Toni Soler, el protegido económico, dice que: " toda la extrema derecha está en Ciudadanos", "que la Guardia Civil es una mafia", y se queda tan pancho. Es decir sigue trabajando en TV3.
“Hombre todo vanidad y fantasía, el rey de la tontería”, dice un refrán popular.
El exiliado , que se le ha convencido para que deje paso a otro candidato, ha puesto la condición, -una manzana envenenada- de elegir a Jordi Sánchez como su sucesor, a sabiendas que está en prisión.
Los personalismos, que en el fondo ocultan un interés para asegurase privilegios, sueldos, y notoriedad, no dejan avanzar las negociaciones.
Pujol, el mago de la política catalana durante tantos años solía decir, en privado, que la cuerda con el Estado había que tensarla, pero nunca romperla
Puigdemont, aparte de jugar sucio con ERC, miente al afirmar que las elecciones catalanas las han ganado los independentistas.
A los que han prendido la mayoría de los fuegos, por acción o negligencia, mi profundo desprecio y, sobre todo, la exigencia de que la ley endurezca las penas contra los terroristas.
Hoy, el purgante elegido por Puigdemont ha sido muy similar al que se tomaban nuestros abuelos, que costaba entonces 30 céntimos de peseta -¡una verdadera fortuna!- y que tenía unos efectos laxantes casi inmediatos.
La gente está perdida en los mares turbulentos en los que se ha convertido la política catalana.Cada día, sin la dirección del norte, sucede un capítulo nuevo, a cual de ellos más desafortunados.