El Baix Llobregat afronta cada año la amenaza “silenciosa” de los incendios forestales, en gran medida provocados por líneas eléctricas de media tensión que atraviesan sus sierras emblemáticas del Garraf y Collserola.
Los espacios que quedan debajo de las líneas eléctricas en zonas forestales pueden actuar como islas reservorio de biodiversidad y como refugios para la fauna, según los primeros resultados de un estudio en el Parque Natural del Montseny (Barcelona).