El noi del Guinardó, nuevo alcalde de Barcelona

Lo vengo diciendo , la política no siempre es lógica, no es matemática pura y dura, es una geometría variable. Esto ha quedado patente la tarde de este sábado cuando Jaume Collboni ha sido elegido alcalde de Barcelona, tras un acuerdo alcanzado minutos antes de que diera comienzo el pleno de investidura. Una jugada que ha dejado descolocado a Xavier Trías, que se veía ya con el bastón de mando. La política es  lo que ha sucedido en el pleno de investidura del ayuntamiento de Barcelona. También  lo ocurrido en Girona, donde los socialistas, pese a ser el partido más votado, se han quedado sin sillón por el pacto de  Junts, ERC y la CUP, que ha dado a los antisistema de la CUP la alcaldía.

La “estrategia” de hacer al socialista alcalde Barcelona ha sido posible por dos cuestiones: la renuncia de Colau de presentar su candidatura a la alcaldía y los votos a favor del PP, que ha dado sus votos al PSC tras manifestar por activa y por pasiva que apoyaría a Collboni si los Comunes no estaban en el gobierno, cosa que ha sucedido.

¿Pero qué ha podido pasar para que los Comunes votaran a favor? Pues que han recibido presiones por arriba, por abajo y por todos los sitios. Jaume Asens, como decía en un artículo anterior, le ha enseñado a Colau lo que debe hacer. Además, no hay que olvidar los acuerdos a nivel nacional que tienen los Comunes con Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz y el posible pacto, si los números suman para volver a formar parte del gobierno de España, ¿habrá intercambio de cromos?

En las intervenciones de los candidatos de los distintos partidos políticos se ha visto cómo han reaccionado. Daniel Sirera PP ha justificado su voto por la necesidad de impedir un gobierno de independentistas y porque Colau no estará en el gobierno municipal. Ernest Maragall, visiblemente enfadado, ha acusado a los Comunes de apoyar a los socialistas y ha calificado de fraude lo sucedido en el pleno de constitución. Contrariado y con poco fair play, no ha asumido el resultado de la votación. Por su parte, Ada Colau, que empezó diciendo que no había participado de las negociaciones y quiso dar a entender que no estaba de acuerdo, avisó que se quedaban en la oposición, y ha advertido a Collboni que no lo va a tener fácil, con 10 concejales para gobernar. ¿Una amenaza directa? Eso parece.

La intervención más esperada ha sido la de Xavier Trías, que si bien ha empezado aceptando la derrota en su camino a la alcaldía, conforme avanzaba se ha ido calentando y afirmaba que el PSC, Comuns y PP “hacen un mal favor a la ciudad y al país” con su elección. Para continuar explicando que “a mis 76 años, yo ya lo decía: si no salgo alcalde,  que les den a todos”. Una afirmación creo más fruto del enfado o quizás, porque con esa edad, se puede permitir cualquier cosa, aunque no es el estilo de Trías.

El nuevo alcalde de Barcelona ha realizado un discurso conciliador, sin entrar en las intervenciones de los cabezas de lista de los partidos, y ha afirmado que gobernará para todas las personas.

Visto lo sucedido, Trías ya ha anunciado que se marcha a su casa. Lo mismo puede ocurrir con Maragall, que haga lo mismo, edad tiene para eso, y Colau es posible que siga el mismo camino para restablecer las relaciones con los socialistas.  Esto puede producirse en los próximos días: tres candidatos que renuncian a seguir en el Ayuntamiento. Tres por distintos motivos. Si finalmente se marcha Colau, ¿qué tiene previsto hacer? Pues varias cosas: ir en las listas de las elecciones europeas y que le den otro cargo. Sin recibir un sueldo no se va a quedar, seguro, Ahí está su compañera Yolanda Díaz para que le eche una mano.

Xavier Trías no ha sabido digerir que se ha quedado sin la alcaldía de Barcelona, su gran aspiración y la de Puigdemont - que ya estaba tirando cohetes-. Piensa que le han hecho pagar muy caro a Junts la llamada “cacicada” de Girona, donde los socialistas también se han quedado sin alcaldía, pero de eso no se acuerdan.

Así que, Jaume Collboni, el noi del Guinardó, hijo de familia trabajadora, es el nuevo alcalde de la capital de Catalunya.