Pedro Sánchez acaba el año con el anuncio de nuevas medidas sociales

Este martes, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, comparecía ante los medios de comunicación- y la ciudadanía- para explicar   las medidas del tercer plan anticrisis que había aprobado una hora antes su gobierno, en el que ha sido el último Consejo de Ministros de este 2022. Lo ha hecho de manera solemne y a sabiendas que, aunque la ciudadanía esperaba más - siempre es así- su propuesta iba a ser bien recibida. Una decisión con la que ha querido alegrar un poco más este final del 2022 en el que ha sucedido de todo. No se relajen porque el 2023 va a traer más tensión: año electoral en municipales, autonómicas y generales. Esta última después de que España presida, en el segundo semestre, la UE, donde Pedro Sánchez dispondrá de un gran escaparate para su proyección internacional. 

El presidente Sánchez ha recalcado que las medidas vienen para beneficiar a la clase media- ya empieza a darse cuenta también de este segmento de la sociedad que se ha visto cómo esta estaba desapareciendo - y la clase trabajadora, que en realidad somos todos los que vivimos de un salario. Decía Isócrates: “Sed lentos en resolver y prontos en ejecutar”. Así debería actuar Pedro Sánchez.

Desde hace tiempo, el presidente del gobierno venía utilizando un formato de comparecencia de soltar su discurso, no aceptar preguntas y luego aparecer en una entrevista en una televisión “amiga”. En esta ocasión ha aceptado las preguntas de los periodistas acreditados - que no son todos- y aunque algunas parecían pactadas, ha respondido a todas ellas. Una vez más, como ocurre con la España vaciada, muchos medios digitales siguen estando excluidos por una política de comunicación equivocada de sus  autores: Oscar López y Francesc Vallés, que no son periodistas y se nota.

La reacción de los distintos partidos políticos ha proporcionado versiones para todos los gustos, en especial las de los partidos de derechas, que consideran las medidas insuficientes, como era de esperar. Porque al final, como decía el maestro Quino, “hay más problemólogos que solucionólogos”.

Lo cierto es que el presidente del gobierno, este final de año, ha querido terminarlo con buenas noticias, a la espera de que todo resulte como tiene planificado, aunque el presidente Pere Aragonés ha tratado con su declaración institucional de Navidad, que se le atragantara el desayuno al pedir un referéndum en Catalunya. ¿Será porque “la mesa de dialogo” ha quedado congelada?

Pedro Sánchez ha jugado una carta importante en Europa con la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania que le ha servido para afianzar su imagen en el exterior y ha conseguido también reconducir las relaciones con EEUU, tan deterioradas. Ahora, a la espera de la presidencia española de la UE, con dos citas importantes: una cumbre de mandatarios en la Alhambra que los dejaran maravillados y la otra, en el corazón de la UE, Bruselas, con una cumbre eurolatinaomericana. Un colofón a las puertas de las elecciones generales que aprovechará muy bien. Mientras, la oposición seguirá criticando todo lo que hace, es el papel que debe desarrollar, pero también en los grandes temas debería apoyar al ejecutivo. Eso es hacer política, lo otro es otra cosa que, como decía Perich,  “un político es el tío que tiene soluciones cuando está en la oposición y problemas cuando está en el gobierno”.