Alerta en la playa de El Prat por el hallazgo de una peligrosa carabela portuguesa
El Ayuntamiento advierte del riesgo de esta especie marina, fácilmente reconocible por su llamativa “vela” azul violácea y sus largos tentáculos urticantes.
La calma en la playa de El Prat se ha visto alterada tras el avistamiento de una carabela portuguesa (Physalia physalis), aunque también se le puede llamar "fragata portuguesa", "botella azul", "agua mala", o "falsa medusa". En todo caso, se trata de un organismo marino tan bello como peligroso. Varios vecinos han captado imágenes del ejemplar y han avisado a las autoridades, que ya han activado protocolos de vigilancia para prevenir riesgos entre los bañistas.
Un organismo de apariencia engañosa
Aunque muchos la confunden con una medusa, la carabela portuguesa es en realidad una colonia de hidroides que actúan de forma coordinada. Su rasgo más distintivo es el neumatóforo, una especie de vela gelatinosa translúcida con tonalidades azuladas y violáceas, que puede medir entre 15 y 30 centímetros. Este flotador natural le permite desplazarse impulsada por los vientos y las corrientes marinas, lo que explica que llegue de forma ocasional a nuestras costas.
De su cuerpo central cuelgan los temidos tentáculos urticantes, que pueden alcanzar hasta 50 metros en mar abierto, aunque normalmente rondan los 10 metros. Estas prolongaciones poseen células urticantes llamadas cnidocitos, capaces de inocular una toxina proteica extremadamente dolorosa para los humanos.
Efectos sobre las personas
El contacto con los tentáculos puede provocar desde una dolorosa irritación cutánea hasta reacciones más graves, como náuseas, dificultades respiratorias o incluso problemas cardíacos en personas sensibles. Por ello, los expertos insisten en que no debe tocarse nunca, ni siquiera cuando parece inerte en la arena, ya que conserva su capacidad urticante incluso tras horas fuera del agua.
Vigilancia y medidas de precaución
El Ayuntamiento de El Prat, junto a los equipos de socorrismo, ha puesto en marcha un protocolo de seguimiento para determinar si se trata de un ejemplar aislado o si hay más cerca del litoral. Mientras tanto, se recomienda a los bañistas extremar la precaución, seguir las indicaciones de los socorristas y evitar cualquier contacto directo con organismos marinos desconocidos.
Un fenómeno cada vez más habitual
La llegada de la carabela portuguesa al Mediterráneo no es inédita. En los últimos veranos, se han registrado apariciones en Baleares, la Comunidad Valenciana y Andalucía. Los científicos relacionan estos episodios con cambios en las corrientes oceánicas y el aumento de las temperaturas marinas, fenómenos que favorecen su desplazamiento desde mar abierto hasta la costa.
Un visitante tan bello como peligroso
El hallazgo en la playa de El Prat demuestra que el Mediterráneo, pese a su aparente calma, puede recibir visitantes inesperados. La carabela portuguesa, con su iridiscente “vela azul” flotando sobre el agua, es un recordatorio de la belleza y el peligro que conviven en el mar.
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