La violencia machista repunta en el Baix Llobregat: 600 mujeres agredidas en solo tres meses
El Observatori Comarcal alerta de un incremento respecto al inicio de 2025 y de un patrón que se agrava: más denuncias, más agresores reincidentes y menos mujeres declarando ante la justicia
La violencia machista sacude al Baix Llobregat con unas cifras que reflejan la profundidad de un problema que no deja de crecer. El Observatori Comarcal ha publicado el informe trimestral elaborado a partir de los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y el balance del segundo trimestre del año es alarmante: 600 mujeres han sido víctimas de violencia de género en la comarca. Números que suponen un volumen más alto respecto al primer trismestre del año (574 denuncias) y que arroja una pizca de esperanza siendo ligeramente inferior al resgistrado en el mismo periodo de 2024 (634). Aunque en este 2025, la tendencia que vive el territorio no es al alza.
Un aumento sostenido de denuncias en la comarca
El informe refleja que el Baix Llobregat ha registrado 26 denuncias más que en los primeros tres meses del año, un incremento que vuelve a situar a la comarca entre las zonas con mayor concentración de casos de Catalunya. Aunque son 34 denuncias menos que en el segundo trimestre de 2024, la magnitud de los datos confirma que la violencia machista sigue siendo un problema profundamente arraigado.
La distribución territorial vuelve a poner el foco en aquellos municipios que encabezan y completan el ránking:
- Gavà, con 134 denuncias, Sant Feliu de Llobregat, con 125, Martorell, con 105, suman juntas más de la mitad de los casos del trimestre. A continuación aparecen Cornellà (79), Sant Boi (60), Esplugues (57) y El Prat de Llobregat (40), que completan un mapa de afectación generalizada en toda la comarca.
El peso de las denuncias policiales y el silencio que persiste
El informe revela que la mayoría de los casos afloran gracias a la intervención policial. De las 600 denuncias:
- 82% proceden de un atestado policial iniciado por la propia víctima.
- 10% llegan por intervención directa de los cuerpos policiales.
- 3% se activan tras un informe de lesiones.
Destaca un dato especialmente preocupante: ninguna denuncia fue presentada directamente por la víctima en sede judicial, una cifra que vuelve a poner de manifiesto el miedo, la presión y la vulnerabilidad que afrontan muchas mujeres cuando se trata de dar el paso.
Además, 8 de cada 100 víctimas deciden no declarar durante el proceso judicial, un porcentaje más elevado que la media de Catalunya y España. Este silencio forzado sigue siendo uno de los principales factores que dificulta la obtención de condenas y la protección efectiva.
Órdenes de protección y perfiles de agresores
Durante el trimestre se iniciaron 121 órdenes de protección, la gran mayoría (96%) a solicitud de la víctima. Sin embargo, menos de la mitad fueron finalmente adoptadas: concretamente, un 48%, lo que deja a numerosas mujeres sin medidas de protección formalizadas.
El perfil del agresor también confirma una tendencia consolidada:
- 73% de los denunciados habían mantenido una relación afectiva finalizada con la víctima.
- 60% eran exparejas.
- 12% eran excónyuges.
La nacionalidad, por su parte, dibuja un escenario similar al de trimestres anteriores: el 51% de los agresores son españoles, mientras que entre las mujeres protegidas, el 60% son españolas. En cuanto al resultado judicial del trimestre, se dictaron 66 condenas y 10 absoluciones, con una proporción equilibrada entre agresores españoles (35) y extranjeros (31).
Una radiografía que exige respuestas inmediatas
El balance del Observatori Comarcal confirma que la violencia machista sigue siendo una de las emergencias sociales más graves del Baix Llobregat. La combinación de un elevado número de denuncias, un porcentaje significativo de mujeres que no declaran y un volumen importante de órdenes de protección no adoptadas dibuja un escenario que requiere más recursos, más acompañamiento y mecanismos de protección más eficaces.
La realidad que reflejan los datos es tan contundente como urgente: 600 mujeres agredidas en solo tres meses no son solo una estadística. Son un recordatorio de que la violencia contra las mujeres continúa golpeando con fuerza a la comarca y que cualquier avance debe ser constante, profundo y sostenido.

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