Verano seguro en el agua: Consejos clave para evitar ahogamientos y corrientes en las playas

El verano en Catalunya está dejando cifras alarmantes: desde el 15 de junio, ya se han registrado 22 muertes por ahogamiento, de las cuales 16 han ocurrido en playas. Este repunte respecto al año anterior ha encendido las alertas de Protecció Civil, que ha activado la campaña “Baño seguro, verano tranquilo” para reforzar la prevención en espacios acuáticos.

Uno de los factores más peligrosos detrás de estos incidentes son las corrientes marinas, especialmente las de resaca. Aunque invisibles a simple vista, estas corrientes pueden arrastrar a los bañistas mar adentro con una fuerza inesperada. De hecho, varios de los casos más trágicos de este verano —como el doble ahogamiento de dos menores británicos en Salou y el fallecimiento de un hombre alemán en Cambrils— han estado directamente relacionados con estas corrientes.

Las corrientes de resaca se forman cuando el agua acumulada en la orilla busca regresar al mar por canales estrechos. Se pueden identificar por zonas del mar sin oleaje, agua más oscura y líneas de espuma o algas que se mueven hacia el horizonte. El problema es que muchos bañistas, al ver el agua aparentemente tranquila, creen que es una zona segura, cuando en realidad es donde el mar ejerce mayor fuerza de arrastre.

Si una persona queda atrapada por una corriente, debe mantener la calma, evitar nadar contra ella y desplazarse en paralelo a la costa hasta salir del canal. Una vez fuera, las olas pueden ayudar a regresar a tierra firme. El pánico es el mayor enemigo, ya que reduce la capacidad de reacción y agota rápidamente.

Protecció Civil insiste en que el riesgo no se limita a playas sin vigilancia. De hecho, muchas de las víctimas se han ahogado en playas con bandera verde y socorristas presentes. Por eso, se recomienda extremar la precaución, bañarse solo en zonas vigiladas, evitar el baño si se está cansado o bajo los efectos del alcohol, y no sobrevalorar la propia capacidad para nadar.

Este verano, el mar ha demostrado que no perdona la imprudencia. Las corrientes marinas son un enemigo silencioso, y la única forma de enfrentarlas es con información, respeto y responsabilidad.