Un preso acusa en un juicio a un funcionario de Brians 2 de golpearle como un "saco de boxeo"

Un preso de la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), ha asegurado este miércoles que un funcionario del centro penitenciario le golpeó como un "saco de boxeo" el 7 de noviembre de 2016, durante el juicio en la Sección 3 de la Audiencia de Barcelona contra este funcionario por la presunta agresión.

El trabajador del centro, juzgado por presuntamente coger por el cuello, golpear y amenazar al preso en un incidente durante un desprendimiento de techo en una oficina de la cárcel en noviembre de 2016, ha negado ante el juez haber agredido a ningún interno en los 29 años que lleva de servicio.

La víctima ha explicado que estuvo preso durante 12 años por delitos sexuales --por eso estaba en el módulo 13 reservado a delincuentes sexuales-- y que, el día de los hechos, se encontraba en el comedor, vio un escape de agua que causó el desprendimiento y se levantó para ayudar, momento el que el funcionario le paró y le golpeó.

Según él, el funcionario le amenazó con que si contaba algo de los hechos le acusaría de violación, que le llamaba 'abusador de niños' y 'violador de niños', y ha añadido: "Él se mueve por prisión como un prepotente narcisista, él está allí como sheriff superior. Se cree el alcaide".

El preso ha manifestado que no denunció los hechos ni fue al médico por "miedo" a que el funcionario tomara represalias, aunque finalmente se lo contó a su familia y fueron sus padres quienes dieron el aviso de lo ocurrido al centro.

"NO LLEGUÉ A TOCARLE"

En su declaración, el funcionario acusado ha declarado que al ver a la víctima corriendo hacia ellos en medio del incidente por el escape de agua quiso pararle: "No llegué a tocarle, solamente hice el gesto de stop con la mano".

Ha rechazado haberse dirigido a la víctima con frases despectivas y amenazarla o humillarla delante de otras personas, y, para demostrar que nunca hubo agresión, ha recordado que los internos pueden presentar una instancia o acudir al servicio médico las 24 horas al día, y que el denunciante en ningún momento lo hizo.

El acusado actualmente sigue en activo y es Jefe de Unidad en el Centro Penitenciario Puig de les Basses de Figueres (Girona), aunque tiene abierto el expediente de Brians 2.

TESTIGOS

Durante el juicio, un interno que presenció los hechos ha testificado que estaba limpiando la oficina de funcionarios cuando se produjo el escape, y que vio cómo el acusado cogió a la víctima "por el cuello por la parte de atrás, de una forma un poco violenta" y le dijo que volviera a su sitio, y ha negado que el preso fuera una persona conflictiva.

Una funcionaria que se encontraba en la oficina ha recalcado que se asustó al desprenderse el techo, y entonces vino la víctima a preguntar si había pasado algo y si estaban bien: "Creo recordar que se le dijo que volviera al comedor. Yo no recuerdo que nadie le hiciera nada".

Un agente de los Mossos d'Esquadra ha declarado que recibió un expediente de la Conselleria de Justicia que le pedía investigar los hechos y, tras tomar declaración a funcionarios e internos del mismo módulo, llegaron a la conclusión de que el acusado tenía un "trato discriminatorio hacia los internos y les decía que eran diarrea y violadores".

La Fiscalía pide 4 años y 2 meses de prisión y 360 euros de multa por delitos de torturas, amenazas, lesiones leves y coacciones, mientras que su defensa pide la absolución.