Lo que estaba planificado por parte de los autores intelectuales de la "consulta" se ha cumplido: que la Policía Nacional y la Guardia Civil interviniera en los centros de votación para quitar las urnas, tal y como había pedido una magistrada, por considerar que la consulta era ilegal.
El Govern asegura que los catalanes pueden votar en tres de cada cuatro sedes electorales. Los Mossos de Esquadra se limitan a levantar actas pero evitan cerrar centros.
	
	
	
	
	
	
	
	
