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Carmen P. FloresDirectora de PressDigital |
Decía Jaime Balmes que “el hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a otros”.Mientras los ataques más feroces vienen de los políticos espiados implicados en “el procés”, encabezados por Carles Puigdemont - que está desatado, debe aburrirse mucho- salta la información ya conocida, pero más ampliada, y no es una noticia falta, de las relaciones del independentismo con el país que goza de una amplia democracia, que es Rusia. Hay informaciones que así lo certifican, pero no solo eso, sino que unos de su artífices, Victor Terradellas y exresponsable de Relaciones Internacionales de CDC y presidente de la Fundación Catmon y personaje muy amante de “la ensaladilla rusa, o quizás del caviar, confirmaba en una entrevista en la radio del conde que a finales de octubre del 2017 se produjeron dos reuniones de Puigdemont con personas relacionadas con el Kremlin. En la primera de ellas, celebrada en la residencia oficial del presidente catalán - conocida como la Casa dels Canonges- participaron el propio Puigdemont, Terradellas, un supuesto general ruso y un catalán con vínculos con Rusia.
Gothhold Ephraim Lessing, entre otras cosas filósofo, dramaturgo y crítico alemán, está considerado el máximo exponente del “racionalismo mundano”. Vivió en el siglo XVIII y defendía la idea de la tolerancia religiosa, el libre pensamiento y la igualdad de los pueblos. Un hombre adelantado a su tiempo. Una de sus frases: “Algunos se equivocan por temor a equivocarse”. Pese a los siglos transcurridos desde la afirmación. sigue teniendo una rabiosa vigencia, especialmente estos días, con todo el episodio de Pegasus.
Ha tenido como escenario la Plaza Roja de Moscú, con la presencia de 11.000 soldados vestidos con sus mejores uniformes de gala que querían escenificar la grandeza del imperio del nuevo zar que pretende el resurgir de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, como si los tiempos no hubieran cambiado. El acto ha pretendido ser una demostración de fuerza.
Con todas las precauciones debidas y la responsabilidad que se les suponía a sus señorías presentes de guardar el secreto de lo que allí se hablara, los más ingenuos se creyeron que eso sería así.
Los partidos independentistas y sus apéndices de choque, Ómnium y la ANC, están encantados de haber encontrado una nueva baza: el espionaje de Pegasus para machacar a la mitad del Gobierno - el otro hace la guerra por su cuenta, necesita visualizarse más y de paso dar la impresión de que no tienen responsabilidad en todo lo que hace mal el Gobierno de Pedro Sánchez- es lo que necesita para seguir alimentado/engañando a esa parte de la ciudadanía que cree lo que ellos les expliquen.
