Los mossos desalojan por orden judicial a los "okupas" del Casino de Alborrosa de Viladecans tras dos años de espera vecinal

Las denuncias y los altercados se han sucedido durante años en el edificio abandonado y propiedad de la Sareb para desesperación del todo un barrio.

Este jueves según ha podido saber Vilapress una comitiva policial, acompañada por varios vehículos de los Mossos y Polícia Local además de una brigada municipal se han personado en el edificio de Albarrosa para desalojar de él a un grupo de okupas incivicos.

10 miembros de la Brigada Municipal procederán al tapiado de todo el recinto del edificio y hay rumores de que la propiedad, la Sareb podría ya estar tramitando los permisos necesarios para proceder al derribo en semanas del edificio muy deteriorado tras las diferentes okupaciones, robos y pillaje de los elementos que mantendrían el edificio en  un estadio de ruina total.

A pesar de diferentes actuaciones municipales que supusieron rehacer toda una pared que evitara el derrumbe de la zona del jardín, nada ni nadie ha impedido el deterioro final de un emblemático edificio  muy popular y centro social en los años 50 y 60. Algo que recuerdan con mucho cariño los vecinos de este primer barrio residencial de Viladecans único e innovador urbanísticamente en Catalunya en su tiempo. 

Dos años esperando el deslojo de los okupas

Más de un centenar de vecinos del barrio de Albarrosa, en Viladecans, se reunieron en julio de 2023 en una asamblea organizada conjuntamente con la Asociación de Vecinos del barrio para exigir soluciones ante la okupación sistemática del antiguo Casino del barrio. Denunciaban entonces que un grupo reducido de okupas estaba generando situaciones de incivismo, altercados y miedo, especialmente entre mujeres y mayores que vivían cerca del edificio. A la asamblea asistieron representantes del Ayuntamiento, Mossos d’Esquadra y Policía Local, quienes escucharon las quejas y aseguraron que la zona ha sido catalogada como “punto caliente”.

El Ayuntamiento se comprometió entonces a mejorar la atención a las llamadas vecinales y a colaborar con la Sareb, propietaria del inmueble, para acelerar el desalojo. Por su parte, la Sareb anunció que había activado su protocolo para recuperar el inmueble y estaba elaborando un informe con los datos necesarios para avanzar legalmente, contando con el respaldo municipal en el marco de la nueva Ley de Vivienda. También se activó un protocolo específico por violencia de género debido a denuncias vinculadas a la okupación.

A pesar de estos compromisos institucionales, los vecinos expresaron su frustración por la lentitud de las actuaciones y la falta de resultados visibles. Varios asistentes reclamaron medidas más contundentes y preparan una denuncia vecinal colectiva. La ausencia del entonces alcalde fue criticada por algunos vecinos, aunque desde el consistorio se explicó que tenía otros compromisos. El movimiento vecinal, sin embargo, ha seguido activo y durante estos dos años han venido realizando diferentes movilizaciones hasta conseguir una solución definitiva

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