El Hospital Moisès Broggi busca reducir los tiempos de espera para evitar el colapso de urgencias
La ampliación y reorganización del servicio busca aliviar la saturación y mejorar la atención a las 280.000 personas del Baix Llobregat
Las urgencias colapsadas forman parte de una realidad demasiado habitual en muchos hospitales catalanes. En el Baix Llobregat, la situación es bastante similar a la que sufren los demás territorios. Una situación que los ciudadanos han convertido en una normalidad, cuando no debería serlo: en urgencias se sabe cuándo se entra, pero no cuándo se sale. Consciente de esta problemática general, el Hospital Moisès Broggi, en Sant Joan Despí, ha puesto en marcha una importante reforma estructural destinada a reducir tiempos de espera y mejorar la calidad asistencial de un centro que atiende a un área poblacional de cerca de 280.000 personas.
Una inversión de 4 millones para transformar los espacios
La intervención, con un coste total de cuatro millones de euros, no solo se centra en urgencias, sino que también abarca la renovación y reutilización de diversos espacios asistenciales. El edificio construido durante la pandemia de la covid-19, anteriormente destinado a usos excepcionales, se ha reconvertido en áreas para hospital de día, oncología y otros servicios especializados.
De la inversión total, dos millones se han destinado específicamente a urgencias, mientras que los otros dos millones se han invertido en la rehabilitación del edificio B, ampliando y modernizando instalaciones que ya habían quedado obsoletas frente al volumen actual de usuarios.
Urgencias más amplias y con circuitos diferenciados
El área de urgencias ha sido uno de los puntos más transformados. El espacio se ha ampliado en 324 metros cuadrados, permitiendo crear dos circuitos de atención diferenciados: uno para casos leves y otro para urgencias graves. Esta separación, explican desde el centro, es fundamental para descongestionar los pasillos, agilizar la clasificación de los pacientes y reducir drásticamente el tiempo de permanencia dentro del servicio. Las antiguas salas de rehabilitación han sido totalmente reformadas para acoger el circuito de niveles de atención menos graves.
Las urgencias de mayor complejidad permanecen en su ubicación habitual, aunque parte del espacio también ha sido renovado para mejorar el confort y la eficiencia asistencial. En conjunto, el 40% del servicio de urgencias es completamente nuevo, un salto cualitativo que se suma al aumento de plazas y áreas destinadas a la atención inmediata.
Derivación de casos leves al CUAP de Cornellà
Otro de los cambios más significativo que afecta a la operativa del Broggi es la derivación de los casos más leves hacia el CUAP de Cornellà de Llobregat, recientemente reformado. Con ello, se pretende evitar que los usuarios esperen innecesariamente en el hospital y, a la vez, evitar nuevas saturaciones. El objetivo es claro: optimizar el flujo de pacientes y responder de forma más eficiente a las distintas necesidades asistenciales según su gravedad.
Un paso adelante para aliviar una situación cronificada
Con estas mejoras, el Moisès Broggi busca dar respuesta a una situación que empezaba a ser insostenible y, sobre todo, teniendo en cuenta el crecimiento poblacional y la presión asistencial que sufren desde años atrás. La reforma no solucionará por completo la problemática estructural que arrastran las urgencias en Catalunya, pero sí representa una mejora tangible para miles de vecinos del Baix Llobregat, que ahora podrán acceder, a priori, a un servicio más ágil, organizado y adaptado a las necesidades actuales.

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