De 'delator' a 'héroe': Martorell actúa contra el bullying en las escuelas del municipio
La Policía Local refuerza su trabajo en las aulas con actividades educativas que buscan romper el silencio y fomentar la detección temprana del bullying
La Policía Local de Martorell, a través de su Unidad de Proximidad, ha completado una nueva edición de los talleres de prevención del acoso escolar entre iguales, un proyecto que se ha consolidado como una herramienta clave para sensibilizar a los más jóvenes sobre la importancia de detectar, comunicar y actuar ante situaciones de acoso que podrían darse dentro de las aulas.
Estos talleres, que se imparten en todos los centros educativos del municipio, surgieron a raíz de una demanda directa de las escuelas y se han convertido, tras cuatro años de recorrido, en un referente local de prevención y acompañamiento emocional dentro del entorno educativo.
Una iniciativa nacida de las aulas
El agente Mohamed Bouachmir, miembro de la Unidad de Proximidad, explica que el proyecto nació “a petición de los propios centros educativos”. Según detalla, el acoso escolar “es una realidad que afecta a nuestra sociedad, y los colegios nos pedían herramientas para poder actuar antes de que los casos se agraven”. Por este motivo, el equipo policial preparó un conjunto de talleres adaptados a las distintas edades del alumnado. “Llevamos cuatro años aplicando el programa y los resultados están siendo muy positivos”, asegura Bouachmir.
Educación y prevención adaptada por etapas
En los cursos de 5.º de Primaria, las sesiones se centran en enseñar a los niños la importancia de comunicar cualquier situación de acoso a un adulto de confianza —profesores, monitores o entrenadores—, para que se pueda intervenir a tiempo. “En muchos casos, todos saben que un compañero está siendo acosado, pero la información no llega a los adultos y eso retrasa la solución”, apunta el agente.
Por su parte, los talleres dirigidos a 4.º de ESO se enfocan en romper la llamada “ley del silencio” y en abordar el creciente problema del ciberacoso. Según Javier Anguita, también agente de la Unidad de Proximidad, el cambio de enfoque responde a una nueva realidad: “El ciberbullying está aumentando y se ha normalizado entre los adolescentes. Por eso este año decidimos trabajar con los cursos superiores, para dejar claro que no es algo aceptable”.
De “delatores” a “héroes”: cambiar la mirada
Uno de los ejes más potentes de estos talleres es el de transformar la percepción del alumnado sobre el hecho de denunciar un caso de acoso. “Ellos utilizan mucho la palabra ‘sapo’ o ‘delator’, pero les hacemos ver que ser un ‘sapo’ es ser un héroe, porque informar a tiempo puede incluso salvar una vida”, señala Anguita.
Durante las sesiones, los agentes también explican los protocolos de actuación de los centros educativos y recomiendan a los alumnos usar canales formales, como el correo electrónico, para comunicar los casos y dejar constancia de la denuncia. Los responsables del programa destacan que la reacción de los alumnos varía mucho según la edad. Mientras que los más pequeños tienden a compartir sus experiencias con facilidad, en los cursos más avanzados predomina el silencio. “A partir de 4.º de ESO cuesta más que hablen, porque el grupo de iguales pesa mucho en esa etapa”, explica Bouachmir.
Aun así, ambos agentes coinciden en una idea clave: “Los compañeros siempre saben cuándo alguien está sufriendo acoso. Nuestro trabajo es ayudarles a romper ese papel de espectadores y convertirlos en parte activa de la solución”.

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