La Penya Esplugues cae en Alcorcón y prolonga su mala racha en la Primera División Femenina
Las del Baix Llobregat firman una buena primera mitad, pero acaban cediendo por 3-1 ante un rival más efectivo en los momentos clave
La Penya Esplugues sigue sin encontrar el camino de la victoria en la Primera División Nacional Femenina de fútbol sala. El conjunto dirigido por Jacob Bustamante cayó por 3-1 en su visita a la AD Alcorcón, en un duelo disputado en la capital que reflejó una vez más la cara más cruel del deporte: buen juego, pero sin recompensa.
A pesar del resultado, el equipo del Baix Llobregat ofreció una primera mitad sólida y valiente, en la que logró igualar las fuerzas ante un rival exigente. El gol de Rivera, en el minuto 15, sirvió para equilibrar el marcador y alimentar la esperanza antes del descanso.
El desgaste y los detalles, claves en la segunda parte
La segunda mitad, sin embargo, mostró la otra cara del encuentro. Las madrileñas, empujadas por su afición y con mayor acierto en los metros finales, aprovecharon los pequeños detalles para desnivelar el choque. Dos goles locales terminaron por sentenciar el partido y dejar a la Penya sin puntos, pese al esfuerzo colectivo y la entrega mostrada durante los 40 minutos.
Una sensación contradictoria generalizada en el club y afición, ya que el equipo por momentos compite bien, pero los resultados no acaban de llegar con un nivel de juego que ha crecido, pero aún falta efectividad y madurez competitiva para transformar esas buenas fases en victorias.
Un inicio complicado, pero con margen de mejora
Con solo 5 puntos de los 18 posibles, la Penya Esplugues ocupa actualmente la 14ª posición en la clasificación. Aun así, el técnico y el vestuario mantienen la confianza en revertir la dinámica. La competición apenas ha comenzado, y el equipo tiene margen para consolidar su juego y mejorar su eficacia en las áreas, dos aspectos clave para salir de la parte baja de la tabla.
El próximo compromiso liguero, frente al Melilla Ciudad del Deporte Torreblanca, será una oportunidad perfecta para volver a sonreír y demostrar que el trabajo y la constancia acaban dando resultados. En Esplugues lo tienen claro: la temporada es larga, y el equipo no ha dicho su última palabra.
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