Condenado a un año de prisión un aficionado del Espanyol por insultos racistas a Iñaki Williams
El hincha, que imitó gestos y sonidos de monos en Cornellà-El Prat, no podrá acudir a un estadio en dos años y queda inhabilitado para trabajar en el ámbito deportivo y educativo
El deporte español vuelve a poner el foco en el racismo en los estadios. Un aficionado del RCD Espanyol ha sido condenado a un año de prisión y dos sin poder acudir a partidos de fútbol por insultar de forma racista al delantero del Athletic Club, Iñaki Williams, durante un encuentro disputado en Cornellà-El Prat en enero de 2020.
El acusado, identificado como K.G.B., ha aceptado la pena tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía y con LaLiga, que actuaba como acusación particular. La condena incluye además el pago de una multa de 1.086 euros y una inhabilitación de cuatro años para ejercer cualquier labor en ámbitos educativos o relacionados con el deporte.
Los hechos: gritos y gestos racistas desde la grada
El incidente tuvo lugar el 25 de enero de 2020, cuando Williams fue sustituido durante el partido. Desde la grada del sector 108, un grupo de aficionados del Espanyol lanzó insultos, imitaron sonidos de monos y realizaron gestos de desprecio hacia el jugador. Entre ellos se encontraba el acusado, que reconoció haber actuado movido por el color de piel del futbolista.
Según recoge la sentencia, estos actos generaron en Williams una profunda sensación de “frustración, vergüenza y humillación”, dañando de manera evidente su dignidad.
Williams: “Me sentí humillado”
Durante la instrucción del caso, el propio jugador declaró que aquel episodio le hizo sentir humillado e indignado, y que no podía entender que situaciones de este tipo siguieran produciéndose en pleno siglo XXI.
La Audiencia de Barcelona dictó la sentencia sin necesidad de continuar el juicio ni practicar nuevas pruebas, ya que el acusado asumió íntegramente los hechos.
Una causa que marca un precedente
Este caso fue pionero: se trata del primer procedimiento en España en el que la Fiscalía denunció a un aficionado por delitos de odio cometidos en un estadio de fútbol. La investigación, iniciada a raíz de una querella del fiscal Miguel Ángel Aguilar, contó con la colaboración de los Mossos d’Esquadra y del propio RCD Espanyol, que facilitó datos de los titulares de los asientos desde donde se produjeron los gritos racistas.
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