El Baix Llobregat afronta las navidades con la gripe en un nivel muy alto: Sanidad pide precaución

El Baix Llobregat, al igual que toda Catalunya, llega a la cena de Nochebuena en un contexto sanitario delicado. En las últimas semanas, la evolución de la gripe ha ido ascendiendo en el número de contagios de forma meteórica, lo que ha dejado una escena de sobrecarga en los hospitales. Los últimos datos del Sistema de Información para la Vigilancia de Infecciones en Catalunya (SIVIC) confirman que la comunidad se encuentra inmersa en una fase de ascenso epidémico de la gripe, coincidiendo con uno de los momentos del año con mayor número de encuentros sociales y familiares. Aunque las celebraciones forman parte de la tradición, las autoridades sanitarias advierten de que la circulación del virus es actualmente muy elevada y apelan a la responsabilidad individual para reducir contagios y evitar un repunte de complicaciones tras las fiestas.

Radiografía de la epidemia: transmisión máxima y presión creciente

La tasa de incidencia global de la gripe se sitúa en 373 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra que, pese a haber descendido ligeramente respecto a la semana anterior —cuando se alcanzaron los 407 casos—, continúa reflejando un nivel de transmisión muy alto. Desde el ámbito sanitario se insiste en que este descenso técnico no debe interpretarse como una mejora real de la situación, ya que la circulación del virus sigue siendo intensa en todo el territorio.

El informe del SIVIC pone de manifiesto que la evolución de la epidemia ha sido especialmente rápida. En apenas tres semanas, desde la semana 48, cuando la incidencia se situaba en un nivel considerado moderado con 139 casos por 100.000 habitantes, los contagios se han triplicado, confirmando una escalada abrupta que coincide con el inicio del invierno y el aumento de la interacción social.

Los niños concentran la mayor incidencia y los mayores, el mayor riesgo

El análisis por grupos de edad muestra una distribución desigual, pero especialmente preocupante. La población infantil de 0 a 4 años es actualmente el principal foco de transmisión, con una incidencia que alcanza los 992 casos por cada 100.000 habitantes, rozando el millar. En el grupo de escolares de 5 a 14 años, la tasa también es elevada, con 609 casos, lo que confirma el papel de los menores como reservorio del virus en este momento de la epidemia.

En el caso de las personas mayores de 60 años, las tasas de incidencia son inferiores —entre 186 y 212 casos, según el tramo de edad—, pero la preocupación sanitaria es mayor debido al riesgo de complicaciones graves, hospitalizaciones e ingresos en unidades de cuidados intensivos. Esta combinación, niños con alta carga viral y mayores vulnerables, convierte las reuniones familiares en un escenario de especial riesgo si no se adoptan medidas de prevención.

Cena de Nochebuena: recomendaciones clave para proteger a la familia

Con miles de familias reuniéndose en torno a la mesa, Sanidad insiste en que no se trata de cancelar las celebraciones, sino de adaptarlas al contexto epidemiológico actual. La aplicación de medidas sencillas puede marcar la diferencia en la protección de los más vulnerables.

Uno de los primeros filtros es el control de síntomas. Fiebre, tos persistente, dolores musculares o malestar general son señales claras para evitar acudir a una reunión familiar. Lo que para un adulto joven puede suponer un proceso leve, para una persona mayor puede derivar en complicaciones graves.

La ventilación de los espacios es otra medida clave. El virus de la gripe se transmite principalmente por aerosoles en ambientes cerrados, por lo que mantener una ventilación cruzada —con pequeñas aperturas en puntos opuestos de la estancia— permite renovar el aire sin necesidad de soportar bajas temperaturas. En momentos puntuales, una ventilación más intensa durante unos minutos también ayuda a reducir la concentración viral.

Higiene, mascarilla y atención especial a los más pequeños

Durante la cena, la higiene de manos cobra un papel fundamental. Lavarse las manos al llegar al domicilio y antes de sentarse a la mesa reduce significativamente el riesgo de contagio. También se recomienda evitar compartir copas, vasos o cubiertos, una vía frecuente de transmisión por gotas respiratorias.

En contextos donde haya personas especialmente vulnerables, o cuando exista la mínima duda sobre un posible inicio de síntomas, el uso de mascarilla FFP2 durante la sobremesa, cuando no se está comiendo, es una medida de protección eficaz y un gesto de respeto hacia los demás.

La situación epidemiológica en la infancia obliga además a prestar una atención especial a los más pequeños. Dado el nivel de incidencia en menores de 4 años, se recomienda evitar que los niños con mocos o tos mantengan contacto físico prolongado o permanezcan en espacios muy cerrados junto a personas de edad avanzada.

Catalunya se encuentra actualmente en un nivel de alerta máxima por gripe, y la evolución de la epidemia en las próximas semanas dependerá en gran medida del comportamiento individual durante estas fechas señaladas. La aplicación de medidas preventivas en la cena de Nochebuena no solo protege a las familias, sino que puede contribuir a evitar una sobrecarga del sistema sanitario y de los servicios de urgencias en el inicio del mes de enero.