El Baix Llobregat se blinda ante la inseguridad: la videovigilancia se extiende a los municipios pequeños
Cada vez más municipios incorporan sistemas de cámaras para prevenir delitos y compensar la falta de presencia policial
El incremento de la sensación de inseguridad en los municipios se ha convertido en una de las principales preocupaciones de muchos vecinos. El Baix Llobregat no escapa de una precepción cada vez más generalizada. Por lo que los Ayuntamientos han comenzado a introducir cambios en la forma de entender la seuridad en los entornos urbanos de la comarca con la llegada de herramientas tecnológicas a las pequeñas localidades para reforzar la prevención, mejorar la eficacia de la respuesta y ofrecer mayor tranquilidad a la ciudadanía. A la era tecnológica también se suma la seguridad.
Lo que en su día comenzó como una apuesta de Barcelona, Sabadell o L’Hospitalet de Llobregat se ha convertido en una símpatía que no ha dejado de crecer en los últimos meses en la comarca. La instalación de cámaras de videovigilancia ha dejado de ser una medida centralizada exclusiva de las grandes ciudades y se ha consolidado como una herramienta clave para aumentar la seguridad ciudadana en entornos locales del Baix Llobregat.
Según datos de la Conselleria d’Interior, la comarca ya cuenta con varios municipios que han desplegado estos dispositivos en sus calles con el objetivo de reforzar la prevención y mejorar la percepción de seguridad entre sus vecinos.
Apoyo institucional a la videovigilancia
La consellera de Interior, Núria Parlon, ha defendido públicamente la utilidad de estos sistemas, especialmente en pueblos sin cuerpos policiales con muchos efectivos o en aquellos que dependen de los Mossos d'Esquadra a decenas de kilómetros de distancia. En estos casos, las cámaras no solo cumplen una función disuasoria, sino que también actúan como medida de refuerzo ante la limitada presencia policial.
Municipios que ya cuentan con cámaras en sus calles
En el Baix Llobregat, la videovigilancia se ha convertido en una tendencia creciente en municipios más pequeños, estando presente en ocho localidades:
- Sant Feliu de Llobregat y Esparreguera, que destacan por el elevado número de dispositivos instalados.
- Cornellà de Llobregat, Gavà, Olesa de Montserrat, Sant Andreu de la Barca y Santa Coloma de Cervelló y Martorell, que han reforzado sus calles con este tipo de tecnología.
Este último ha querido dar un paso adelante en cuestiones de videovigilancia, pues ha recibido el 'OK' del Govern para ampliar de forma significativa su red de cámaras. Hasta ahora se podían contabilizar unas 10, pero con la autorización a la nueva licitación podrá sumar 145 nuevos dispositivos, además de un centro de control que gestionará todo el sistema. La inversión, valorada en casi 192.000 euros (sin IVA), busca prevenir posibles delitos y reforzar la seguridad ciudadana.
Una medida en expansión
La instalación de estos sistemas requiere cumplir con una estricta normativa legal. Cada cámara debe estar correctamente señalizada y contar con la autorización de la Comissió de Control dels Dispositius de Videovigilància de Catalunya, que valida tanto su homologación como las condiciones de protección de datos.
Pese a estas exigencias, la tendencia parece imparable. Cada vez más municipios del Área Metropolitana de Barcelona están iniciando debates sobre la posibilidad de implantar videovigilancia en sus calles. Uno de los próximos podría ser Sant Just Desvern, que ya estudia sumarse a una lista que no deja de crecer.
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