El Ayuntamiento guarda silencio mientras los Mossos investigan "los 15 tiros al aire" que tuvieron lugar en el barrio de Can Palmer de Viladecans

Los Mossos han confirmado a Vilapress que se está llevando a cabo una investigación sobre este incidente sobre el que actualmente hay muchas hipótesis abiertas, dado que según el cuerpo polícial  "no se puede afirmar que se tratara de un tiroteo con rotunidad", ya que carecen "de las pruebas necesarias para hacer dichas afirmaciones". 

Según han explicado, el día de los hechos se trasladó una patrulla de Mossos a la zona tras recibir las llamadas de alerta de los vecinos a las 6 de la mañana de ese sábado 18 de noviembre. Al llegar no encontraron "a ninguna persona con arma de fuego presente", por lo que procedieron "a buscar signos de disparos en las paredes de los edificios colindantes, coches y farolas". Pese a ello, "no encontraron ninguna evidencia así como tampoco casquillos de balas en las inmediaciones de la zona del supuesto escenario de estos numerosos tiros al aire". 

Pese a ello coincide este incidente en la misma calle, Avenida Mil·lenari, en esta ocasión en el número 25 y la del año 2014 en el mismo barrio, pero en el número 23. Un edificio al lado del otro, algo que seguramente llamará la atención de los investigadores del caso.

Los Mossos no descartan ninguna hipotésis incluso la de que en las inmediaciones de este presunto tiroteo al aire donde se llegaron a escuchar "hasta 15 disparos todos al aire" según los vecinos testigos se encuentre relacionado con alguna pelea por " asuntos de drogas". Un negocio ílicito en un barrio el de Can Palmer que muchos consideran "un punto caliente" y donde los enganches de la luz ilegales para suministrar energia a supuestas plantaciones de marihuana causan numerosos problemas de suministro a los vecinos afectados en barrios bloques del barrio, sin solución aparente estable.

LOS MOSSOS REALIZARON UNA REDADADA ANTIDROGA EN EL BARRIO TRAS EL EXTRAÑO TIROTEO COMO YA HICIERAN EN EL AÑO 2014

Posteriormente según los propios vecinos los Mossos desplegaron un amplio dispositivo en Can Palmer y registraron y detuvieron a diversas personas "en uno de los bares del barrio" sin relación con la dirección exacta donde se produjeron los primeros incidentes del presunto tiroteo que parece ser se circunscriben al "número 25 de la Avenida del Mil·lenari".

Los Mossos no han podido confirmar a Vilapress tal extremo puesto que las diligencias es posible que "se encuentren bajo la coordinación de Dirección Central del cuerpo policial y sus actuaciones guardan el máximo secreto policial".  Pero este modo de proceder recuerda y mucho al que se llevó a cabo en 2014 cuando tras una ardua investigación diversos miembros del "clan de los extremeños" acabaron siendo detenidos.

EN EL ANTERIOR TIROTEO EN EL BARRIO SE DETUVIERON A MIEMBROS DE LA CÚPULA DEL "CLAN DE LOS EXTREMEÑOS" CONOCIDOS TRAFICANTES DE DROGA EN EL BAIX LLOBREGAT

Cabe recordar que en enero de 2014 un dispositivo policial tuvo que vigilar  la zona donde se produjo un anterior tiroteo que presuntamente estaba relacionado con el noviazgo de una pareja, que enfentaba a varias familias gitanas del barrio.

Entonces diferentes unidades de orden público de los Mossos mantuvieron su presencia también en la Avenida del Mil·lenari y sus alrededores para garantizar la tranquilidad de los vecinos y evitar que se produjeran venganzas o nuevos incidentes, tras un tiroteo que se produjo en una fachada del número 23 de la avenida del Mil·lenari. 

En aquella ocasión los hechos ocurrieron por la tarde alrededor de las 16 horas y se efectuaron varios disparos contra un inmueble habitado por una familia de etnia gitana, sin que hubiera heridos ni se efectuara ninguna detención. Los Mossos acudieron entonces al lugar de los hechos después de recibir una llamada en la que se alertaba de una discusión familiar y, posteriormente, algunos testigos explicaron que el conflicto estaría relacionado con el noviazgo de una pareja que enfrentó a dos familias gitanas.

Posteriormente fueron detenidos 18 traficantes de drogas en una operación iniciada tras el tiroteo tras una investigación policial que duró cuatro meses en donde los agentes identificaron a los autores y acreditaron su relación con "el clan de los extremeños".

Los arrestados fueron acusados de tráfico de drogas, tentativa de homicidio, tenencia de armas, blanqueo de capital y pertenencia a organización criminal. Los Mossos d'Esquadra  detuvieron entonces a 18 personas pertenecientes al "clan de los extremeños" al desarticular una red criminal de tráfico de drogas de la zona del Baix Llobregat en una investigación puesta en marcha después del tiroteo ocurrido en Viladecans. 

En estos arrestos participaron cerca de 180 agentes de policia y todos  los detenidos eran mayores de edad, 12 de nacionalidad española, 4 colombianos y 2 marroquíes, de entre 23 y 57 años. 

En aquella ocasión durante la investigación  se observó que en una fachada había más de treinta impactos de bala y, tras recogerse casquillos de diferentes calibres y se estableció que al menos cuatro armas diferentes habían participado en el tiroteo.

Los investigadores localizaron en una azotea cercana, con acceso directo desde los pisos de algunos de los detenidos, una bolsa de deporte con sustancias estupefacientes, munición de varios calibres, balanzas de precisión y un silenciador de arma larga, presumiblemente arrojada desde la ventana de alguno de los domicilios de la finca. Tras cuatro meses de investigación, los agentes identificaron a los autores de los hechos y acreditaron la relación que tenía el tiroteo con una organización criminal conocida como "el clan de los extremeños".

Según la policía catalana, los investigados compraban cocaína en Madrid, la transportaban en coche hasta Begues y en un piso que utilizaban como laboratorio clandestino la manipulaban. Una vez cortada, prensada y preparada, la transportaban a Mallorca para su distribución. El transporte de la droga se realizaba en vehículos con doble fondo, pero una parte también se vendía en dosis en distintos puntos de Viladecans y Gavà. 

Durante la operación policial se efectuaron 13 registros en domicilios del Baix Llobregat y en dos en locales de ocio nocturno de Gavà, regentados por los investigados, se encontraron ocho kilos de cocaína, siete de hachís y 90 gramos de heroína (valorado todo en cerca de 320.000 euros en el mercado negro), 50 kilos de una sustancia antiparásitos que se usa para cortar la cocaína, y 132.000 euros en metálico.

También se localizaron 12 armas de fuego (un subfusil, una escopeta, siete pistolas, un revólver y dos armas camufladas en llaves antiguas), munición de diferentes calibres, cargadores y silenciadores, un chaleco antibalas, una pistola Tàsser, machetes y navajas, teléfonos móviles, dos prensas para hacer fardos de cocaína, una máquina de contar billetes y seis vehículos. La instrucción de la investigación la llevó a cabo el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Gavà, que decretó el ingreso en prisión de diez de los detenidos.

EL AYUNTAMIENTO GUARDA SILENCIO Y ORGANIZA LA ÚLTIMA JUNTA DE SEGURIDAD LOCAL EN EL BARRIO PARA ENVIAR UN MENSAJE A LOS VECINOS

Puestos en contacto con el Ayuntamiento de Viladecans sus responsables han declinado realizar declaración ni aclaración alguna a las preguntas de Vilapress sobre las actuaciones sobre un barrio donde los vecinos se sienten inseguros tras ser los protagonistas de estos extraños "15 tiros al aire", cuyo autor u autores todavía no han sido identificados ni detenidos.

Pese a todo el consistorio viladecanense anunciaba este martes en sus redes sociales la celebración de la Junta de Seguridad Local en el Barrio con la presencia de los responsables de Mossos, Policia Local, Polícia Nacional, Guardia Civil, la subdelegada del Gobierno, Josefa Beltrán, el alcalde de Viladecans, Carles Ruiz y el concejal responsable de seguridad, Anselmo Sánchez. Pretendiendo enviar un mensaje de tranquilidad con su presencia a los vecinos del barrio, extrañados con tanta presencia policial en Can Palmer tantas semanas seguidas.

Cabe recordar que las Juntas Locales de Seguridad son órganos colegiados para facilitar la cooperación y la coordinación, en el ámbito territorial de los municipos, de las Administraciones Públicas en materia de seguridad, asegurando de forma específica la cooperación y la coordinación operativa de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que intervienen en el término municipal, en este caso de Viladecans.

En palabras del alcalde de Viladecans en Twitter los datos facilitados por esta junta fueron  "positivos" para el municipio, dado que el Índice de Delitos local "sigue manteniéndose bajo control". De ahí que quisiera agradecer públicamente " la labor de todos los cuerpos que están incrementando actuaciones en el día a día de la ciudad".

Esta percepción de mantenimiento de la seguridad contrasta con el sentir de los vecinos de Can Palmer quienes se sienten "abandonados por el Ayuntamiento" y su concejal de distrito, Francisco Chacón en declaraciones a Vilapresss y que coincide con el aumento en la percepción de inseguridad generalizado en Catalunya según el último informe de la Conselleria de Interior de la Generalitat.

LA PERCEPCIÓN DE INSEGURIDAD EN CATALUNYA AUMENTA

Coincide que esta misma semana el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, reconoció públicamente un aumento de la percepción de inseguridad, pero lo atribuyó al “uso del miedo como arma política” por parte de algunos partidos políticas.

La última encuesta de Seguridad Pública, se confirma el aumento de la percepción de inseguridad en Catalunya. 

De hecho uno de cada tres catalanes admite que hace menos cosas por miedo a ser víctima de un delito y casi la mitad, un 45%, son mujeres.

El estudio es significativo porque señala un aumento de la percepción de inseguridad los últimos años. En solo seis años el nivel de percepción de seguridad en Catalunya ha bajado del 7,2 al 6,3. Un tercio de los catalanes tienen miedo de salir a la calle, y otro tercio asegura haber estado víctima de un delito.

El nuevo estudio demoscòpico de la consellería de Interior se ha elaborado sobre una base de 8.000 ciudadanos catalanes. Un 32,4% de los encuestados aseguran haber sido víctima de un delito, y un 60% dicen haber sufrido amenazas e intimidaciones.

El conseller Elena defendió un modelo de policía “más próxima y transparente” como parte de la solución a los problemas de inseguridad actuales. Y ante los brotes de violencia como los de Manresa y Molins de Rei el pasado mes de octubre, el consejero habló de “fenómeno global”. Sobre las agresiones sexuales, afirmó que "no se resuelven disminuyendo la edad de responsabilidad penal".

Las soluciones de la Generalitat parecen no convercer al grueso de la ciudadanía, que pide más mano dura ante una situación límite. Aumenta la percepción de un proceso de degradación acelerado de la convivencia. Sobre todo en grandes ciudades, donde hay barrios donde la policía ha perdido el control.

La encuesta evidencia que la inseguridad ya es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, y el aumento de delitos graves como agresiones físicas y sexuales refleja la urgencia de soluciones contundentes frente a actos violentos como el ocurrido el pasado 18 de noviembre en el barrio de Can Palmer de Viladecans.