En campaña, los cabezas de cartel predican las bondades de sus programas electorales que afirman ser los mejores para la ciudadanía. Después resulta que esas propuestas no se suelen cumplir.
Prepárense para contemplar cosas fantásticas en las próximas semanas, tras las que, esperando el final de las votaciones municipales, autonómicas y europeas, los partidos se irán aproximando al verdadero reparto del pastel del poder.