Los pisos de Can Ribes de Gavà, finalista al Premio Mies van der Rohe de arquitectura

La promoción de viviendas sociales en el barrio de Can Ribes, Gavà, ha sido seleccionada como una de las 40 obras finalistas, de entre 362 nominadas, para competir por el prestigioso Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea - Premios Mies van der Rohe 2024. 

Estos galardones, conocidos como los EUmies Awards de Arquitectura y Arquitectura Emergente, se entregan cada dos años a proyectos finalizados en los dos años previos al inicio de cada ciclo. El propósito central de estos premios es resaltar y difundir la cultura arquitectónica actual en Europa a través de construcciones que generan entornos de vida de alta calidad para todos.

Las cuarenta obras seleccionadas, tras un riguroso proceso de selección, se distribuyen en veinte países europeos. España está representada por seis obras, incluyendo los 136 pisos construidos por Impsol en Can Ribes. 

Las otras cinco obras son las 42 viviendas sociales en Son Servera (Mallorca), diseñadas por Peris+Toral; el centro de día para jóvenes con autismo en Derio (Vizcaya), creado por AV62 Arquitectos; las piscinas municipales en Castromonte (Valladolid), concebidas por Óscar Miguel Ares; el colegio Reggio en Madrid, diseñado por Andrés Jaque / Office for Political Innovation; y la biblioteca Gabriel García Márquez en Barcelona, desarrollada por SUMA Arquitectura.

El proyecto gavanense, que es obra de Harquitectes con David Lorente Ibáñez, Josep Ricart Ulldemolins, Xavier Ros Majó i Roger Tudó Galí al frente ha destacado por “su ordenación volumétrica” y porque contempla “la continuidad biológica y lúdica entre la Sierra de los Farreras y el Parc Agrari”. Además, “propone complementar la circulación longitudinal con nuevas comunicaciones transversales para el acceso”.

Los finalistas se revelarán a principios de febrero de 2024, mientras que los ganadores de las categorías de Arquitectura y Arquitectura Emergente se anunciarán a mediados de abril.

Se destaca también la valoración positiva de la solución constructiva que se adapta a la pendiente natural de la parcela, así como el diseño exterior del jardín, que incluye arbolado frondoso y caminos poco pavimentados que conducen a las entradas. Además, se reconoce la apuesta por superficies drenantes que gestionan el ciclo del agua y promueven la vegetación autóctona, con arbustos, encinas y algarrobos.

La organización ha tenido en cuenta también “el uso del hormigón complementado con las ventanas de madera, las persianas enrollables alicantinas y las vistas al entorno, así como la gran cantidad de luz de los espacios, la ventilación cruzada natural y el confort”.