El Sala 5 Martorell viaja a El Ejido en uno de los desplazamientos más exigentes de la temporada

El Sala 5 Martorell vuelve a atarse los cordones para poner rumbo hasta Almería, uno de los viajes más exigentes y largos de la temporada regular, para enfrentarse a El Ejido FS este sábado 6 de diciembre a las 17h. El Pabellón Municipal de Deportes de El Ejido será el escenario que marcará el desenlace de la jornada 11 de la Segunda División para los de Iván Calle. El encuentro llega en un momento clave para los del Baix Llobregat, obligados a reaccionar tras ver frenada una dinámica positiva de juego y resultados que había devuelto ilusión y ambición al equipo.

Un frenazo que obliga a reaccionar

El conjunto dirigido por Iván Calle encadenaba tres victorias consecutivas que confirmaban su crecimiento en juego y confianza. Sin embargo, el pasado fin de semana toparon con la solidez del Wanapix Sala 10 Zaragoza, segundo clasificado, en un duelo que terminó con una derrota contundente por 1-4. Un marcador que no refleja la competitividad mostrada durante buena parte del encuentro, pero que sí dejó claro que al equipo todavía le queda camino por recorrer para consolidarse en una categoría tan exigente.

Este tropiezo abre ahora un nuevo reto: recomponer el pulso y recuperar la capacidad de competir ante un rival fuerte, en una pista complicada y en uno de los desplazamientos más largos de la temporada, un factor que siempre condiciona el ritmo y las sensaciones del equipo.

Los jugadores y el staff son contundentes con el mensaje de cara al vestuario, la derrota "es más para aprender que para hundirse", comentaba Carlos Villalobos, jugador del Sala 5.

Un duelo que mide ambición y resistencia

El partido ante El Ejido Futsal permitirá conocer la respuesta del Sala 5 Martorell en un contexto muy exigente. El rival llega reforzado tras encadenar dos victorias consecutivas que lo han devuelto a la zona noble de la clasificación, reafirmándose como uno de los equipos con aspiraciones claras de pelear por el ascenso.

Para los de Martorell, el choque representa mucho más que tres puntos: es una prueba de carácter, un examen a su pulsión competitiva y un escenario idóneo para valorar cómo evoluciona el proyecto. El cuerpo técnico es consciente de que el equipo aún no ha alcanzado su mejor versión, y desde el vestuario se insiste en un mensaje que se mantiene firme desde el inicio de la temporada: trabajo, esfuerzo y constancia para potenciar los puntos fuertes del juego y corregir aquellos aspectos que todavía requieren mejora.