Catalunya intensifica la protección a motoristas, con el Baix Llobregat como principal zona de riesgo

La siniestralidad de los motoristas vuelve a situarse en el centro de las prioridades del Govern. Con la llegada del período navideño, fechas señaladas en la movilidad por carretera, el Departaento de Interior ha puesto en marcha una nueva campaña que busca frenar una realidad que preocupa desde hace años: el elevado número de accidentes, heridos y víctimas mortales que nos dejan las carreteras catalanas entre los usuarios de motocicletas. Y, una vez más, el Baix Llobregat aparece como uno de los puntos negros del territorio donde el impacto es más que evidente.

Una campaña para actuar ante un problema persistente

La estrategia, presentada por la consellera Núria Parlon, se articula en torno a la llamada “triple P”: protección, prevención y prudencia. Bajo el lema “Per evitar accidents, anticipa’t”, Interior busca reforzar la conciencia vial y promover una conducción más segura, tanto entre motoristas como entre el resto de los actores principales de la red viaria.

Parlon insistió en que el objetivo no es señalar al colectivo, sino “hablar desde la responsabilidad compartida”, recordando que los motoristas siguen siendo uno de los grupos más vulnerables en las carreteras y que la reducción de siniestros solo será efectiva si se implica a todos los actores: motoristas, conductores de vehículos, transportistas y administraciones.

Datos que obligan a reaccionar

Los números avalan la urgencia de una campaña imprescindible que puede salvar vidas. En lo que llevamos de 2025, han perdido la vida 44 motoristas, una cifra ligeramente superior a la del año pasado (un 4,3% más), que mantiene al colectivo como uno de los más afectados. Además, se han registrado 342 heridos graves y 2.292 heridos leves, según datos del Servei Català de Trànsit.

El Baix Llobregat destaca de manera especialmente preocupante: una de cada tres víctimas mortales registradas en Catalunya pertenece al colectivo motorista, y la comarca lidera la lista de territorios con mayor incidencia. La C-31 continúa siendo la vía con más accidentes debido al gran volumen y flujo de tráfico diario. 

Entre los factores más habituales vinculados a estos siniestros se han querido destacar los alcances, las salidas de vía y, en menor medida, los choques con animales, un tipo de incidente que, pese a ser minoritario, mantiene un peso significativo en las estadísticas, sobre todo, en niveles de mortalidad. El perfil más repetido sigue siendo el de un hombre de entre 45 y 54 años, aunque Interior alerta de un aumento reciente de casos entre motoristas jóvenes.

Medidas en marcha para frenar la siniestralidad

La campaña, operativa hasta el 31 de diciembre, llega acompañada de un paquete de acciones que Interior y el SCT ya han empezado a desplegar. Entre ellas, se incluyen:

• Programas de formación avanzada para motoristas.
• Mejoras en los trazados de las carreteras más transitadas por este colectivo.
• Refuerzo de la presencia policial, con especial protagonismo de los controles Premot, un sistema de vigilancia móvil con motocicletas policiales sin distintivos que permite detectar al instante conductas imprudentes o maniobras de riesgo.

Según el Servei Català de Trànsit (SCT), entre un 33% y un 45% de los motoristas fallecidos desde 2019 han perdido la vida en salidas de vía o caídas sin la intervención de otro vehículo, un indicador que subraya la importancia de trabajar tanto la formación como la anticipación y la lectura correcta de la carretera.

El gran reto del Baix Llobregat

El Baix Llobregat sigue representando un peso muy elevado en la siniestralidad del territorio, confirmando lo que los cuerpos de seguridad y servicios de emergencia observan desde hace años: la comarca concentra agrupa características peligrosas que dan pie a accidentes: una movilidad elevada, gran variedad de vías, obras constantes y un flujo intenso en horas claves de día. Escenario donde la moto es un vehículo muy habitual y, al mismo tiempo, vulnerable.

Con esta campaña, el Govern aspira no solo a reducir los accidentes durante las fechas navideñas, sino también a impulsar un cambio estructural en la manera de entender la movilidad sobre dos ruedas y todo lo que supone esto.