La abogada de la mujer asesinada en El Prat señala un "posible fallo" en el protocolo del Hospital de Bellvitge

La mujer asesinada este lunes en El Prat a manos de su pareja fue atendida en el Hospital de Bellvitge a finales de junio tras una paliza . Así lo han expresado las abogadas de la víctima, que denuncian que el centro médico no habría enviado el preceptivo informe a los juzgados, pese a estar obligado a ello al tratarse de un presunto caso de violencia machista.

Portal en El Prat donde residía Yúlia con su agresor e hijos.

Ante estas informaciones el departamento de salud catalán ha abierto una investigación interna para aclarar si cumpliendo con los protocolos Bellvitge realmente envió o no el informe a los juzgados.

LA VICTIMA TENÍA 36 AÑOS Y QUERÍA DIVORCIARSE 

Yúlia tenía 36 años y fue encontrada muerta este lunes en su casa de El Prat con heridas de arma blanca y poco después su pareja, un hombre de nacionalidad española y de 44 años, se entregó en la comisaría de los Mossos.

El Ayuntamiento de El Prat condenó los hechos, decretó tres días de luto oficial y confirmó que la victima recibía atención jurídica y psicológica desde verano a través del servicio municipal de Atención a las Mujeres (SIAD), además de por Mossos d'Esquadra y los servicios de Acción Social.

Con Yúlia se elevan a 9 las victimas por violencia machista en Catalunya y la cifra de mujeres asesinadas a 1.029 desde que hay datos, y a 53 en lo que va de 2019, cifra que supera la del año anterior, 2018.

La mujer asesinada según su entorno más próximo parece ser que se quería divorciar de su marido  y había acudido a urgencias del Hospital de Bellvitge tras una agresión del hombre.

Su abogada, Marisa Fernández, ha detallado que la víctima, Yulia, acudió a su despacho en octubre con la intención de divorciarse, y le explicó que a finales de julio había acudido a urgencias tras una agresión física de su marido.

Fernández afirmó antes los medios que "descartamos denunciar con la copia del informe médico porque la credibilidad es inversamente proporcional al tiempo que pasa desde la agresión", explica Fernández.

También ha destacado que los hospitales suelen notificar a los juzgados todos los casos de agresiones, por lo que Yulia debería haber recibido una citación judicial por los hechos, que nunca llegó y la abogada no sabe por qué.

Sin embargo, Fernández ha señalado que "no había un miedo físico, pero sí una violencia psicológica muy grave" que asegura que el hombre ejercía también contra los hijos: menores de edad y por quienes la jueza ha alertado a la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (Dgaia) por posible situación de desamparo.