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El Govern se muestra pesimista frente al cierre de la planta de Gallina Blanca

La directora general de Industria de la Generalitat, Matilde Villarroya, considera que la decisión estratégica de la empresa de trasladar la fábrica de Sant Joan Despí a Huesca es "irreversible".

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La situación de los trabajadores de la planta de Gallina Blanca de Sant Joan Despí parece complicarse. La decisión del grupo Agroalimen, propietaria de la firma, de llevarse la fábrica a Huesca parece ser casi un hecho.


Así lo ha demostrado la propia directora general de Industria de la Generalitat, Matilde Villarroya, que se ha mostrado pesimista respecto a la posibilidad de que el Govern consiga convencer al grupo para dar marcha atrás en su decisión.


Gallina Blanca


La Generalitat está tratando de ayudar a los trabajadores y de salvaguardar una fábrica que fue todo un símbolo de la industralización de la zona del Baix Llobregat en los años 70, pero admite las dificultades ante una decisión que ya está tomada. 


Villarroya ha asegurado que el Govern está siguiendo el caso y se ha puesto en contacto con el grupo empresarial, aunque se muestra escéptica respecto al resultado de estas gestiones.


La directoria de Industria de la Generalitat ha recalcado que "ellos no se han puesto en contacto con nosotros. Hemos sido nosotros al conocer el problema", y cree que el traslado a Huesca responde a "una decisión estratégica" de los propietarios de Gallina Blanca, por lo que podría ser "irreversible".


Esta "decisión estratégica" que menciona Villaroya para el sindicato de los trabajadores tiene el nombre de "pelotazo urbanístico" tal y como denunciaron en su día a Vilapress. CC.OO. asegura que la empresa lleva tiempo queriendo lucrar con estos terrenos y recalificarlos para que deje de ser suelo industrial y venderlo a inmobiliarias para construir entre 300 y 500 pisos y dos edificios de oficinas.



También se han denunciado que desde Huesca habrían ofrecido a Agroalimen ciertos incentivos para trasladar la fábrica de Gallina Blanca allí. Ante estra posibilidad, la directora general ha asegurado que la Generalitat no puede competir con ellos porque no dispone de este tipo de ayudas presupuestarias. "Este tipo de ayudas no entran dentro de la política industrial del país", ha lamentado.


Mientras tanto, CC.OO. ya ha celebrado este 10 de diciembre una asamblea para definir la estrategia que van a seguir para defender los puestos de trabajo y al personal de Gallina Blanca en Sant Joan Despí.

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